– Y ¿cómo hacíais el vino?
-¡Pues en el corral! Teníamos una pila grande y pisábamos allí la uva… Según iba escurriendo se recogía en unas especies de orzas, con ollejo también, porque el ollejo es el misterio de que fermente y haga vino… Después se cuela hasta que sale claro y sin el poso….Y nosotros lo teníamos en tinajas con un agujero bajo, así tapao con un corcho.
– ¿Os lo bebíais todo o daba para vender?
-¡Para vender! ¡Miá tú! Y ya verás lo que pasó: Que después de la guerra pusieron de Alcalde a uno que tenía taberna y nos prohibió hacer el vino…Y la uva se la tuvimos que vender a él por fuerza y ¡al precio que nos quiso poner! ¡Una ruina!..Pero duró poco de alcalde…unos dos años…Luego ya nombraron a otro, que entre ellos no se llevarían muy bien, ¡Si es que había «muchas»rencores! Y el que vino, que se quedó ya muchos años; hablaría con él mi padre lo que fuera, y no solamente le dejó hacer el vino, si no que le dijo que podía venderlo por copas…Y así puso mi padre la taberna…
-me encantó leer cómo hacían el vino… Me recordó a mi abuelo que hacía el suyo (recuerdos de su vida en Italia) Y nosotras, disfrutando porque nos dejaba ayudarlo, pisar las uvas, usar el trapiche, controlar cómo iba fermentando… El placer qué sentía al poner la botella de vino sobre la mesa para compartirla….
Gracias por tu relato!!
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Gracias por tu apoyo y alegría!
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