Archivo por meses: noviembre 2017

De herraduras, nobleza y zapatos

Hoy hemos comprado zapatos nuevosIMG_20171128_104356_processed.jpg

– ¿No te los pones?

– Ahora que los veo así puestos ¿No había un bicho, o yo no sé qué era, que te dejaba algo en los zapatos?

-¿Te refieres a los reyes magos?

-…Una borrita de mazapán, o una naranja…o chocolate…-suspira- Yo los dejé un vez y me pusieron una azadón de pala pa que fuera a cavar la viña – se ríe – Luego me relevó mi abuelo a cavar, pero demás no me dejaban ¡eh!, que siempre había faena. Una vez me ajustaron a arar con bueyes…y había uno que era así muy bronco y entre tres tirando de la cuerda, no valían pa llevarle a los postesIMG_20171128_104557_processed.jpg para herrarle, que tienen estos animales la pezuña doble y hay que protegerlos bien, así calzando una a  cada laoIMG_20171128_104820_processed.jpg la cosa es que me lo echaron a mí… ¡A ver!, a los novatos siempre les dan lo peor…pero yooo, di en rascarle la cabeza y en pasarle así la mano por el lomo y se conoce que le caí tan en gracia que le llevaba a donde quería…Ya hasta me seguía él solo – se ríe – y se echaba la siesta a mi lao…pero muchaaacho, me decían, que ese te aplasta…Pero ¡quiá!, si era muy noble el animal…lo que tiene es que por la fuerzaaaa, no es cosa buena convencer a nadieIMG_20171128_105024_processed.jpg

Lázaro, ¡anda!

-Me estaba acordando de uno que llamaban Lázaro, que compraba garbanzos en el pueblo; luego ya cuando empezó a haber más abundancia…y se iba a venderlos en Talavera. Y se conoce que habiendo hecho buen negocio, se iríe a celebrarlo a la taberna yyy… Apareció en el Tajo prendío por la chaqueta de un sauce…Pero sin el dinero de la venta…Y es que no se puede uno ir de la lengua – se ríe -…Y uno de los chicos de Varilla, dicen que en eso de la iglesia, que te daban la doctrina, o lo que fuera…El caso es que le preguntó el cura que si sabía algo de Lázaro y él dijo que se lo habían encontrao muerto en el río -se ríe-

– Pero le preguntaban por Lázaro, el que resucitó

– Yo qué sé lo que hizo, si yo a misa no iba…-suspira y mueve la cabeza- Si es que para hacer negocios, lo primero, que no tienes que beber…Luego ya, si te gusta, cuándo tienes el dinero a buen recaudo, en tu casa, pues vas y lo celebras…pero yo no sé si ese otro Lázaro por el que preguntaba el curaaa…¡cómo va a resucitar! ¡Anda!

hay que saber mirar

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-… estaba pisándolos y no los veía…y le dijee… es que desde arriba, como están tan derechos, osea que se ve sólo la punta y se confunde con la espesura de la mata que lo esconde…Para ver los espárragos, le dije, no tienes más que agachar la cabeza y así a su altura se distinguen perfectamente y eso pasa con muchas cosas, que si no las ves, es porque miras desde donde no es…y así le enseñé. Luego yaaa, yendo él, un día y que cogió muchos y que dijo: «¡Uy, si yo he cogido todos estos, yo no sé los que hubiera encontrao Pablo!» -se ríe- Si mi madre lo decía también: «Hasta que no viene Pablo, no comemos cosas buenas del campo» …Y otra vez, llegué al huerto que tenían en casa y ná más verlo les dije, ¡aquí tenéis topos! …y es que van dejando un surco por donde pasan, osea que no van saltando por’cima la yerba, aunque se la comen y también los brotes pequeños de lo que plantas…y no sirve poner ballesta, hay que cazarlos con lazo…y que también están ricos, son como conejos chicos…Y otra vez, según vamos pasando por el puente, entrando al pueblo, va y me dice: «¡Mira un topo!»…Un topooo, pero no ves el rabo que tieneeee…IMG_20171120_165852.jpg

Ya está abrochao

Se sienta a abrocharse el cinturón y pelea un buen rato con la hebilla y sus dedos

-¡Ay que ver!

-¿Te ayudo?

-Si es que me estoy acordando de un cantar que decía «Hay que ver hay que ver las ropas que hace un siglo llevaba la mujer» -mientras habla no deja de luchar con su cinto- Era un cantar muy famoso…¿Tú no le conoces? Seguía diciendo -canturrea- «Creo yo, creo yo, que con una de esas faldas se hacen lo menos dos…»  Pero no hace tanto que llegó un día mi abuela, ¡yo no sé pa qué!, sería pa llevarnos alguna merienda a mi primo y a mi…es que había que estar cuidando los melones pa que no selos comieran los cuervos…La cosa es que fue llegar mi abuela y ponerse a llover, no mucho, así un llovizneo, pero que te cala si te quedas quieto…y entonces mi abuela empezó a quitarse faldas y nos dio una a mi primo y otra a mi y ella se agarró de otra y se la echó por’cima de la cabeza…¡Y todavía le quedaban faldas debajo!- se ríe- ¡Qué cosas se le quedan a uno en la cabeza!…Ya está ¡abrochao!

«Chiquito de la Calzada» y las otras galaxias

-Pablo,¿qué dicen por la tele?

-Ná, si no saben ni qué poner…Ahora ha vuelto a salir ese humorista, Chiquito de la Calzada

-Es porque ha muerto

-¿Ha muertooo? ¡Ah, coño! Pues mira, está saliendo igualito, con las mismas cosas que hacía de bailes y saltitos, que no se le entiende lo que dice… y el que no ha vuelto a salir por la tele es el príncipito, será que no le dejan, porque no dice más que tonterías cuando sale…¡si no es más que un niñato!…La última vez que le vi yo que hablaba…yo no sé lo que dijo de la república…y queee… ¡que era una galaxia!

-¿Una galaxia muy lejana?

-¡Yo qué sé!, si no sé ni lo que es una galaxia – se ríe nervioso – Pero ¡a quién se le ocurre hablar mal de la república, sabiendo que en España hay tantos republicanos! Mira sus padres, cómo se quedan ahí callaítos y no dicen ná…y por eso les dejan vivir en el palacio y yo creo, que lo que quiere es irse él ahí y gobernar, pero no le dejan y tiene que estar viviendo en un apartamento muy pequeño, con las niñas y tó…y que se ande con cuidao a ver si le va a pasar como a su abuelo, que se tuvo que ir a vivir a Italia, síii, y allí sigue, si le dijeron de aquí que si quería volver y él mismo dijo que no quiere más líos…¡Si no se estará mal en Italia! ¿qué te crees?

Pepa, no hay escape

Paramos el coche y bajamos la ventanilla para saludar a Pepa que nos hace señas con la mano.

– He llegao ayer, es que si no voy de vez en cuando al pueblo a dar una vuelta, se echa a perder la casa ¿Y vosotros? ¿Dónde está el abuelo? – mete la cabeza para mirar dentro del coche

-Aquí escondío -dice Pablo
-Pues por mucho que te escondas, no tiés escape…-se ríe- Mira, te voy a contar un refrán:
Esto era un viejo que quería engañar a la Parca. De manera que se peló el pellejo del cuerpo y se metió en una cuna, arropao y quietecito…
Pero como no hay escape, lo encontró la Parca y que dijo,

¿qué haces ahí escondío?

«¡Esperando a la maama!»

¡Espera, espera que no verás amanecer mañana!

– ríe-  Mira, yo vengo de mi pueblo de dejar limpia la tumba de mi marido, como han sío los Santos pues lo he dejao aquello tó arreglaíto …Pero ya me he venío, aquí donde están mis hijos y he salío a comprar azúcar porque ahora mismo me voy a poner a hacer carne de membrillo…

Las semillas de los Santos

Quiere plantar guisantes y habas, porque «esas semillas se ponen pa los Santos» y esta mañana estamos preparando el terreno. Cuando lleva un rato con la azada, doblando el espinazo, se acerca a una silla y se sienta. Le digo que descanse y yo sigo arrancando yerbas… No pasa ni un minuto y vuelve a levantarse continuando la tarea. Esta acción se repite varias veces mientras se queja, «que estoy baldao de los riñones y eso es porque siendo bien joven me hice un daño y lo apañaron llevándome al curandero de Los Navalucillos, que ¡miá tú! el resultao fue dormir sobre una tabla y reposo, sí reposo, a los dos días ya estaba otra vez trabajando y claro, por eso me veo así ahora«. Le doy una cerveza y le pregunto, si no será porque tiene muchos años, pero no me oye y ya está en la cocina de su casa diciéndole a su madre que su hermano «va arrastrando los pies y que se le ve padecer siendo tan chico  y yaaaa… consintieron en llevarle al médico de Talavera y le trajeron al pueblo escayolao to’l cuerpo… Es que entonces no se andaba al reparo de los hijos… si no llega a ser porque yo les advertíii…Pero deja eso yaaa y ven…» Si te escucho, le digo » Yaa, pero no estoy a gusto qu’estés trabajando y yo aquí sentaaaao»

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El humor y los humores

Hemos ido al dentista, pero tenemos que volver dentro de una semana (No, no voy a contar los detalles escabrosos). A la vuelta estaba ensimismado y he tenido que repetirle las instrucciones varias veces

-Pablo, ¡Tienes que quitarte la gasa de la boca para comer! –

Va al baño, se la quita y empieza a destapar la caja de las gasas para ponerse otra

– ¡Que no! Que ahora vas a comer algo y que no puedes comer con la gasa

-Sí es que me hablas tan deprisa que es como si me hablaras en ruso – se sienta enfrente de la comida y suspira-

-¿Estas desganao?

-Es que me escuece mucho la lengua?

-¿Nada más que un flan, entonces?

-Bueno, uno detrás de otro…-se ríe, nos reímos- ¡Es que me pica!… ¡Y eso que a mí no me pica ningún bicho!…En una «simientera»(temporada de siembra) que estuve trabajando en una finca,  había muchas pulgas y estaban tós, ¡Uuuh! comíos a picaduras y yo ni una…Y uno va y me pregunta, ¿y a ti qué, no te pican? Y yo le digo, ¡mira! y me quité la faja, que entonces se gastaba faja así enrollá a los riñones y oye ¡Cayeron pulgas muertas! Se conoce que mis humores, el sudor o la sangre son veneno para los chupones
Nota1: Se ha comido tres flanes y se le ha olvidado el «picor» de la lengua

Nota 2: En la vida real, las pulgas son más pequeñas que en este dibujo