alucinaciones y dispersiones

-¿Has visto qué bien colocaditas han quedado las cañas?

-Porque estuvo ayer un hombre aquí, colocándolas

-¿Qué hombre va a ser? ¡Era yo!

-Bueno, «hacer» lo que queráis…pero yo estaba allí sentado, al lado del botijo y vi, claramente, a un hombre colocando las cañas…-lo afirma categóricamente, ¡no vayamos a pensar que le podemos engañar a él!-

-¡Algo tendrá el agua de ese botijo!

-La que era buena era un agua que traía un hombre desde un manantial del Pusa, ¡tú sí que conocerás ese río!…Lo traía en una tinaja subida a un carrito pequeño, tirado por un borriquillo…y, oye, las mujeres iban con su cacharrillos a llenarlos a la tinaja, que tenía un grifo…porque ese agua sí que cocía muy bien los garbanzos…

-Y ¿por qué no iban ellas al manantial?

-¡Porque estaba a cinco kiloooometros! – (mucho leer pero no sabemos a qué distancia está el río del pueblo)

img_20160925_155114012-1

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s