En este lado del mundo, en otoño, los árboles se mantienen verdes
Y asoman flores exóticas entre los huecos de las tapias blancas
Las gente que por aquí viven, mantienen en otoño las sandalias
O si se ponen algo de abrigo
Siempre se descalzan en la playa
Me siento enfrente de Pablo y le cuento las cosas que he visto. Presiento por su mirada que ha empezado a interesarle lo que digo
-Pablo, aquí no se nota el otoño, todos los árboles siguen verdes, no se ven volar las hojas, ni hace frío
– ¡Qué sabrán las palmeras! – me dice
Para saber en el tiempo que estamos, hay que mirar las parras…si empiezan a arrugarse y aaa…marronar las hojas…- se para, busca las palabras, carraspea- es que vienen «Los Santos» que es el tiempo de sembrar…las habas y los guisantes yyyy… cosas de invierno…
Luego se calla, deja de mirarme y se vuelve a su mundo, a seguir gesticulando con las manos, haciendo nudos en la manta, tejiendo lo invisible
El post es precioso Montse =) Siento escribirte por aquí, siempre me da un poco de apuro escribir en público. Me impresiona mucho la última imagen de las manos. Sobre todo porque desde pequeña (y me sigue pasando cuando tengo algo en la cabeza), yo también hago nudos en las mantas!
Os mando un abrazo fuerte. Espero que tengáis buena semana.
Nieves
Enviado desde Outlook
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Muchas gracias Nieves
por comentar aquí, por leer estas crónicas de Pablo, por tu confesión «nudista»😉 Y por todas esas cosas que tienes en la cabeza😊
Un abrazo grande y nuestro cariño 😗❤️
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Hay que seguir sembrado habas -ahora por los Santos- y seguir tejiendo lo invisible -siempre.
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Sí, ese tejer eterno
sin principio ni fin
«cuando los santos van marchando»
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Es una entrada muy hermosa. Acá crepita la chimenea desde hace días, a pesar de que los árboles aún mantienen algunas hojas, parece que el invierno ha llegado anticipado. Es tiempo de sembrar los ajos y recoger manzanas, membrillos y peras de invierno para preparar los consoladores dulces. Parece que para repescar a Pablo hay que pisar el terreno que mejor conoce. Un abrazo.
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Sí, los tiempos los marcan las siembras, las cosechas
porque la tierra es todo lo que tienen y saben
estos hombres buenos.
Un abrazo
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https://yadadarcyyada.files.wordpress.com/2016/04/1blog15.jpg?w=398&h=369
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Preciosa entrada, Note.
Muy, muy bonita 🙂
Es verdad, ¡qué sabrán las palmeras!
Mi abuela cosía y cosía sin aguja ni hilo.
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Ese mover las manos, para seguir haciendo
Ese trabajo que da sentido a todo
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El «qué sabrán las palmeras» me ha encantado 😀 jajaja La que sabe es la parra y don Pablo 🙂 Precioso relato de principio a fin, desde los alegres colores del otoño mediterráneo…a esos tiernos nudos invisibles…ya sabes que sus «juegos malabares» me resultan muy significativos…
Espero que esté mejor de la infección y de la anorexia. Dos abrazos grandes y calentitos,… aquí hace fresquete, parece una precuela del invierno 😀 …pero yo, al igual que las palmeras 😀 , no tengo ni idea 😀 buen comienzo de semana. Besitos gordos.
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Sí, me pareció enigmática esa frase suya, entre silencios. Luego ya tejió el sentido, o yo se lo vi. Cada vez se va pareciendo más al maestro Yoda😊🙌😘😘❤️❤️
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«tejiendo lo invisible» : me encanta …
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😊🙌
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Nunca falla Pablo, a pesar de estar en su mundo, siempre tiene una respuesta apropiada y coherente. Quien tuvo retuvo y no hay más que verlo o leerlo en tus entradas.
Saludos 🙂✋
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Gracias JM
En la incoherencia y la coherencia, siempre noto esa comprensión tuya de las cosas. Un abrazo ☺️
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De nada, esos recuerdos son pura nostalgia ✋
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El otoño hace mutis por el foro, Note, en esos árboles cargados de frutos y hojas. Y la playa ahí nomás… ¡¿Cómo abandonar las sandalias?! Y, claro: las palmeras qué saben de estaciones… ¡Pablo es el sabio! ¡Hermosa entrada, Note! ¡Graaacias
😘😘😘😘😘
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Tú me diste el pie para esta entrada, de manera que te la dedico a ti, querida Saricarmen😊❤️
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¡Gracias, Note! Lo agradezco en toda su magnitud y detalle. 😍😍😍
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Qué bonito eso de guiarse por las señales de la tierra, que al fin y al cabo era supervivencia, pero esa sabiduría se está perdiendo y desaparecerá y es una pena. Aunque igual sé lo mismo que las palmeras y estoy equivocada…
Aquí hemos guardado las sandalias y sacado guantes y gorro; y vemos las cumbres blancas.
¿Qué tal la infección? Espero que sucumbiendo frente a Don Pablo y su fiel escudera 😉
Abrazos
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Yo conozco en el pueblo gente joven que aprecian las labores de la tierra y tienen esas manos que para todo valen, como Pablo…Ni creo que se «pierda» la sabiduría de ver las señales, ni que las palmeras sean ignorantes, es sólo que están un poco más altas que nosotros y aparentan, con esas cabezas despeinadas, vivir despreocupadamente😁
Y contra la infección, seguimos en lucha, compañera👉💪👈
Abrazos vengan y van los míos 😊😙💓
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La verdad es que aquí hay una escuela de pastores y hay gente joven. También hay bastantes huertos…
Alta, despeinada y con pinta de estar en babia… definitivamente tengo algo de palmera 😅
¡Ánimo con esa lucha!
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Ayyy…
Que puedo decir…
Me encanta!!! Biennnn!!!
Se me ha quedao una sonrisa en la cara de esas que no se pueden quitar. 🙂
Mañana me la pongo y no me la quito en todo el día.
Saludicos de colores y gracias por los dibujos y las palabritas 😉
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Buenos días Rukadecolores
Y aquí mis saludos para que los encuentres cuando te amanezca a ti.
😊🙌❤️
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¡Precioso ! Precioso eso, lo que tu has conseguido con tan pocas palabras las que absolutamente ni sofisticadas ni pintorescas tocar a fondo nuestros corazones. Un abrazo del otoño lluvioso pero con las hojas verdes todavía.
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Ese abrazo Laacantha querida
y gracias 🙏❤️
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Triste y muy poético: “cuando los santos se van marchando…”
Por “la vieja” son las tres de la madrugada. Hoy he venido de pura chiripa al ordenar -a echar un vistazo a un correo que me anunció mi hermana y tenía sin leer- y no he podido pasar sin comprobar si había noticias de Pablo.
Me alegra que todo siga en orden. .
Un abrazo a los dos.
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Cuán preciosas fotos y dibujos! Muchas gracias.
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Lo que bien se aprende nunca se olvida, aunque ya no nos acordemos de las palabras exactas para explicarlo.
«Tejiendo lo invisible»: una magnífica frase… 😐
Saluditos!
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Siempre la sabiduría popular y la experiencia nos han mostrado el camino de la naturaleza, como ha dicho Pablo en su reflexión. Para los urbanitas es toda una lección de conocimiento. Recuerdo que mis abuel@s pronosticaban con solo ver las nubes, sentir el viento o escuchar unos graznidos. Pura ciencia. Un abrazo y enhorabuena por este y por todos su textos e ilustraciones. Y otro abrazo para Pablo 😊
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Solo 😘
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😘❤️
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