-¿No puedes dormir?
-No, nunca puedo…- me mira- A ti te parecerá que estoy durmiendo, pero estoy nervioso y sueño cosas malas cierro los ojos pero estoy despierto… pienso cosas por dentro y me dan miedo, porque las veo claramente…
-Pero, ¿por qué no te quitas la ropa y te metes en la cama? A lo mejor así te llega el sueño, el sueño bueno…
-Si aquí también me alcanza, pero no se me van las cosas de la cabeza
-Mira, vamos a la cocina, bebemos un vaso de leche, te cepillas los dientes, te desvistes y te metes en la cama. Y a ver qué pasa
-No haces más que mandarme cosas, cuando te pones así me vuelves la cabeza loca…¿Ya es la hora de las pastillas entonces?
-Ya te las has tomado. Venga, a dormir ahora.
-Si es que nunca me duermo
-¡Pues a veces roncas!
-Cuando me hablas así con esa sorna…no me hace ningún bien
-Vale, ya no te digo nada, duérmete
-¿Te quedas aquí? -dice con los ojos cerrados
-Sí, me quedo aquí contigo
-Pero no te preocupes
-No