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Los recados de los otros (días de vino y homenaje)

-Pablo, hoy te voy a decir yo una cosa que me han pedido que te cuente

-¿Quién?

-Pues así es el retrato que me ha salido. Se llama Magdalena y vive en tierras gallegas

-Yo creo que no la conozco…y ¿qué te ha dicho?

-Pues, además de mandarte abrazos, me ha dicho que te diga que el cuento ese que me contaste de los tres mosqueteros, lo escribió un hombre que se llamaba Auguste Maquet pero que el mérito se lo llevó otro que se llamaba Alejandro Dumas que era más famoso y le gustaban mucho las fiestas y beber con los amigos…

-Cosas que pasan…En el pueblo había uno que le llamaban Juan «el calero»… Vendía cal…Era muy trabajador y buena persona pero pasaba, que tenía mucha sed siempre y cuando nació su nieto se trajo, yo creo que desde Santa Olalla, una buena garrafa de vino, pa celebrarlo, pero ¡llevaría otra dentro!…Y ná menos que al entrar en la plaza, llena de gente que estaba, se cayó y se rompió la garrafa…y el hombre ¡Cómo iríe de borracho ya! Se tiró al suelo a beberse el vino que quedó de reposo en un charco…Es que antes no estaba asfaldao ni ná…

Y ¡cómo se reía la gente al verlo!… No era malo, es que no lo podía evitar, decía que era muy amigo del Cristo de Valdelpozo y vivía por allí, cerca la ermita…¡Le echaba unos piropos! Con decirte que su mujer, cuando le oía dar voces así… Carmen se llamaba…viendo que venía borracho, le abría la puerta del corral y le cerraba la de casa, pa que se quedara allí en el patio a dormir la borrachera – se ríe – …Y cuentan, yo no sé si será verdad, que una noche se cayó redondo al lao de la guarra, osea en la pocilga…y que se le oía decir: «date la vuelta Maricarmen que te huele mal el aliento»

-No me parece que tenga que ver con lo que yo te estaba diciendo

-¡Y yo qué sé lo que me estás diciendo!

-Pues que hay mucha gente que te envía abrazos, desde los lejos

Isabel, que hace fotos de la naturaleza

y Carlos con su estaca clavada

Laura, que guarda monos en la despensa

Laacantha que sabe un porcionao de arte y filosofía

la nati, que es una (extra)ordinaria

juan, que ha visto Blade Runner

luna, que no va al cine pero sabe dónde se ponen los acentos y las comas

evayesme, que se están leyendo la odisea

Daxiel, que lo dice en verso

Cristina, que es una aventurera concienzuda

Ana, que nos ha nominado para los óscar blogueros y(así) decimos gracias

Aileen que está activando lo de la telepatía

Eladio, que está comiendo un dulce de canela y ajonjolí

whatgoesaround, que le apasiona la música y tiene discos redondos

Eva, que se descubre en secretos que brillan bajo tierra

Carlos, que da la hora si le preguntas

Úrsula, que mira atentamente a las lagartijas

– Esos son los que, últimamente, te han enviado abrazos, pero hay muchos más

– Si tú lo dices… será verdá… Bueno tú…a to el que te pregunte por mí…le das recado

-Así haré (*pido disculpas a los no nombrados y mando también recado de Pablo, para ellos)

¡Quién sabe a qué sabe!

Hoy, al llegar del paseo, se ha sentado en su lado de la mesa mientras yo me disponía a hacer la comida. Le he preguntado si tenía hambre y me ha dicho

-Si acaso un poco de leche, que tengo sed

Dice eso cuando no tiene claro en qué parte del día estamos y la leche le resulta fácil de pedir y de beber. He cogido una manzana, sal un poco de aceite, levadura de cerveza y ajo y lo he batido añadiendo agua. Le he puesto delante ese gazpacho inventado, esa bebida blanca, que me parece más de aperitivo que la leche solicitada y se la ha bebido de un par de tragos gustosos. Le he preguntado si le ha gustado y me dice:

-Está dulce…

He leído que también el gusto y el olfato se pierden con el Parkinson, pero yo creo más bien que cuando le preguntan, dice lo primero que se le pasa por la cabeza. Para «no pensar» para que no le «complique» la vida… O eso es lo que se me pasa a mi por la cabeza…¿No será todo una ilusión, una interpretación personal?

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