Esta noche, mientras llegaba al suelo en uno de sus repentinos y agitados despertares, ha sido interrumpido por un mueble que le ha dado un golpe en la cara. Ahora en el parque hay un par de moscas que buscan la herida. Se las aparto y me dice:
-¿Qué mueves tanto las manos, que parece que estás espantando moscas?
-(…)
-Déjalas, es que algo están barruntando
-¿El cambio de tiempo?
-O a muerto… Y que no parece que vaya a venir nadie ya…
-¿Tus amigas? Es que salen más tarde; ahora estarán echándose la siesta…¿Esperamos un poco?
-Hasta las tres te esperé y en vista que no venías, las gallinas me llevé…
-¿Y eso?
-Eso es un cartel que dejaron escrito en el gallinero… los que se llevaran las gallinas
-¿Te las robaron a ti?
– ¡Quia!…A la guardia civil, ná menos…que tenían un gallinero en la parte de atrás del cuartel y no lo tendrían vigilao…¿Quién iba a ser capás y ¡en ese tiempo!…de entrar a robar allí
-No dejaron ni una…y ellos tan descuidaos
Encimaaaa, para más chunga les escriben el cartel.
– Y ¿no encontraron al ladrón?
Menea la cabeza a un lado y a otro
-¡Ni rastro! Ni al ladrón ni a las gallinas
Y vámonos, que aquí no hay más que moscas…