-¡Claro que florecieron! ¡Menudos peros!
– Y ¿ te dijo algo tu padre por haberlo hecho tan bien?
-¿Dónde tienes una bolsa? Que voy a recoger unas habas
-Toma
-Estaaaa ¿ no es muy grande?
-No la tienes que llenar entera
-Echo las que estén pa comer -suspira-
-¿Por qué no descansas primero un poco? Acabamos de darnos una buena caminata. Siéntate y dime ¿De qué color eran las flores de los Perales?
Se sienta. Se ríe (de las tonterías que digo). Vuelve a levantarse al minuto, en cuanto me pongo yo con los dibujos
-Hay que hacer las cosas y luego ya ponerse a descansar. Tú puedes pintar monas si quieres…
Se va hacia las habas y vuelve al momento
– ¿Dónde me has puesto la bolsa? – Me levanto, se la doy – ¿Estaaaa? ¡Esta es muy grande !Entonces, ¿cuántas te hacen falta?
-Coge las que quieras, hasta que te canses.
Se va. Vuelve con la bolsa terciada de habas y me las enseña.
-¿Hay algo pa echarse a la boca? Aunque sea un cacho pan de ese que tiene uvas..
Le doy la bolsa con la merienda y la botellita de vino con gaseosa. Se sienta en mi sitio, repara en el dibujo. Aparta el cuaderno y mientras va sacando el pan dice:
-Pues, el caso es que blancas blancas no son, tienen algo de color así como por dentro, son un parecido a las del membrillo…Y ¿qué le habrá pasao al membrillo este año?