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Un golpe y dos chichones

Se cayó de noche y se hizo dos heridas, una a cada lado de la frente.

Llamamos y vinieron enseguida en nuestra ayuda, uno de ellos parecía un gigante

Con qué fuerza se agarra y qué bien se sube al coche, dicen admirados de su agilidad

Estos enfermeros le revisan la herida mientras él se deja hacer sin soltar ni un gemido. La herida es leve, nos dicen y nos envían de vuelta a casa, con el encargo de ir el lunes a la consulta de enfermería para cambiar el vendaje

Ya en casa, hace un hatillo con la manta que le pongo en las rodillas y dice que se va a dormir al campo, que es allí donde se duerme bien y que además su cama está llena de gente y que, cómo los va a echar, si no tendrán a dónde ir

Pero si soy yo, le digo, que me he tumbado aquí en tu cama para hacerte compañía. Ah! Con que eres tú, dice, ¡como tienes esos malos pelos, me pareces un león!

El pollo que acertó a volar

– ¡Ay, qué coño! Cómo me voy pa’lante…me va a pasar como al pollo…

-¿Qué le pasó al pollo?

-Era un pollo que tenía mi madre en el corral y yo no sé cómo, es un enigma,  porque los pollos no vuelan, alcanzó a subirse a una tinaja que había en la bodega llena de garbanzos… Cuando le sacaron de allí y lo dejaron otra vez en el corral, no podía ni andar, se vencía pa’lante así como yo, pero de lo que le pesaba el buche

Así que no se le ocurrió otra cosa a mi madre, que abrirle una rajita por el cuello y por allí le fue sacando garbanzos

 y luego le cosió y le echó al corral otra vez. Pero como los otros pollos no hacían más que ir a picarle en la herida, pues mi madre, que se ve que quería salvarle a toa costa, le apartó del peligro, ¡Miá tú!, encerrándolo en la bodega…Y allí, por fin, se encontró con la muerte…

-¿Cómo?

– Pues volvió a volar hasta otra tinaja que tenía vinagre y allí sé escabechó el tío jodío

Si es que no se puede, cuando te tocaaaa, no sirve apartarse…

Las cañas se usan de tutores para enderezar los cultivos

En el huerto de Pablo hay una pequeña plantación de cañas y las va usando para poner tutores, para hacer parapetos y vallas de separación… Las plantó hace ya mucho, cuando compró la tierra y todavía el riego lo hacían por un sistema de canales y acequias

-Entonces sí que estaban bonitas, porque el agua que se perdía de correr la acequias, iba para las cañas.

Las cañas sobreviven y renacen porque tienen tallos subterráneos con función reservante  -que quiere decir que están adaptados para almacenar nutrientes y agua- Cuando vienen mal dadas y hay falta de agua y alimentos, esas cepas que son como nudos de madera se quedan en reserva y cuando vienen lluvias o las riegan, vuelven a rebrotar nuevas cañas.

Dice Pablo que lo bueno es conseguir separarla de la cepa, con un corte limpio, en esa zona maciza que es de «madera» porque en los entrenudos es hueca y la estropeas si la cortas mal.

Y ¡dicho y hecho!. Ahí le tenéis dando forma al nudo para que se adapte bien a la mano.

-Luego hay que limarlo bien para que quede suavecito. ¡Ya veréis qué bien lo preparo!

-¡Ese bastón va a ser la caña!

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Presumiendo con las chicas

Hoy ha venido nuestra amiga Michele a ayudarnos en el huerto y después hemos ido a tomar el aperitivo con ella.

-¿Estás cansado? ¡Hoy has trabajado mucho! – Dice Michele

-¡Uy!, nada…y porque no hay baile esta tarde, que si no…allá que iba

-¡Menuda energía tiene!

Y se pone todo orgulloso, de estar ahí participando de la charla, de estar al lado de una chica guapa a la que «podría invitar al baile», de sentirse un galán.

Por la tarde, en el parque, lo primero que ha dicho es que hoy ha estado tomando el aperitivo con una chica francesa.

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