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De buenas bestias

Continúa hablándome de Tarzán, ese muchacho que salió tan fuerte de una familia pobre y mal nutrida. Según repite el cuento va añadiendo datos sobre una apuesta para cargar un carro de sacos de grano con el dueño de la finca donde trabajaba, que era «muy bestia» y que se liaron los dos mano a mano echándose a la espalda sacos de dos fanegas, luego dice cien fanegas, le pregunto algo sobre equivalencias pero le rompo el hilo y se le escapan las palabras hacia el otro personaje de la historia. Coge ese desvío

– A ese le llamaban Bestia pero era muy buena persona… Tenía  un cabrero a su cargo en la finca que se puso enfermo con la tuberculosis y esooooo…era una cosa contagiosa, no se podía andar tocando la leche… Así que le dijo que se siguiera ocupando de sacar las cabras y recogerlas, pero que del ordeño se encargaba él. Y hasta que se curó el cabrero, se anduvo levantando toas las mañanas a ordeñarIMG_20170713_192826.jpgy en dejándolo  hecho atendía a su labor, que no era poca. ¡Era una mala bestia!… Y que le dijo, tú no te preocupes que el jornal lo seguirás teniendo completo y así pasó…

-Entonces era una buena bestia

-Eso digo yo

De hombres y santos en el supermercado

-¡Pepita!… ¡Oye! gracias por el panecillo milagroso ese que me trajiste el otro día ¿Era milagroso, no?

-Pues milagroso sería, porque  estás muy requetebién…Era por San Antonio de Padua –  se dirige a mi dándome los detalles de la festividad

-Es que Pepita sabe mucho de iglesia…

– Ay, qué hombre este – se ríe – Pero es un buen hombre, que siempre se ha llevado bien con todo el mundo y hay que ver lo bien ha tratado siempre a sus mujeres, lo que las ha cuidado…Que Manuela, ¿eh, Pablo? ¡Menudo genio tenía! Pero él se preparó un artilugio en la bici para llevarla en su silla de ruedas y todo y cómo la arropaba y qué atenciones tenía con ella ..¡Uy, a mi me hubiera gustado tener un hombre así!

-Pues todavía estás a tiempo – dice Pablo y ella se ríeIMG_20170630_171131.jpg

-No, yo ya no quiero más hombres, que he padecido mucho cuidando al mío y ya he tenido bastante…Es que le dio una embolia,¿sabes? y se le quedó todo un lado muerto y así aguantó doce años, bueno, aguanté yo, que no me podía ni mover de su lado, que no sé cómo no me volvió loca, porque siempre estaba, Peeepa, Peepa, llamándome

 

Cabeza borradora

Le han dado una mala noticia, han ingresado a su hermano F. en un hospital. Se preocupa y se agobia, pero no sabe expresarlo. Dice que no ve bien, se encierra a observarse a sí mismo, le digo que ya tenemos cita para el oculista, se queja «¿Pa qué tantos médicos?» Le digo que todavía no es, que falta más de un mes, pero que si no quiere no vamos. Me mira como si estuviera diciendo un disparate. Aparta la comida que ha mordisqueado un poco, pregunta si ya se ha tomado las pastillas, le digo que sí, pero que comer no ha comido nada, que ha hecho el «paripé» como un niño pequeño y que no siendo dulce «no le pasa» (eso dice)…

– Entonces, ya sabiéndolo ¿por qué no me pones siempre dulce?

Se ríe y me dice que lo que hay que hacer es sembrar calabazas, que eso es muy bueno de comer y que cuándo vamos a comprarle semillas, que ya nos lo ha dicho varias veces y no le hacemos caso. Le digo que se prepare que nos vamos. Yo siempre estoy preparao, dice.IMG_20170509_121805_processed Y aquí estamos, camino del huerto con toda la solanera encima y Pablo con el sobre de semillas en la mano

Que la fuerza os acompañe

Está circulando por ahí la historia de una abuela que reza todos los días a una imagen que ella se figura que es un Santo, pero en realidad es un elfo,»Elrond» de el señor de los anillos.

Pues hoy me he quedado mirando cómo Pablo pela, con mucha atención y ceremonia un plátano y con qué cuidado lo sostiene con las dos manos delante de él mientras mastica a conciencia, como lo haría un caballero Jedi, arropado en su bata-manta, sosteniendo una espada láser

Y no sé qué diferencia hay entre los iconos de la santidad religiosa y los de el arte, la literatura o nuestra vida cotidiana, si pueden inspirar nuestra oración.

«La belleza salvará al mundo» Dostoyevski