Quiere plantar guisantes y habas, porque «esas semillas se ponen pa los Santos» y esta mañana estamos preparando el terreno. Cuando lleva un rato con la azada, doblando el espinazo, se acerca a una silla y se sienta. Le digo que descanse y yo sigo arrancando yerbas… No pasa ni un minuto y vuelve a levantarse continuando la tarea. Esta acción se repite varias veces mientras se queja, «que estoy baldao de los riñones y eso es porque siendo bien joven me hice un daño y lo apañaron llevándome al curandero de Los Navalucillos, que ¡miá tú! el resultao fue dormir sobre una tabla y reposo, sí reposo, a los dos días ya estaba otra vez trabajando y claro, por eso me veo así ahora«. Le doy una cerveza y le pregunto, si no será porque tiene muchos años, pero no me oye y ya está en la cocina de su casa diciéndole a su madre que su hermano «va arrastrando los pies y que se le ve padecer siendo tan chico y yaaaa… consintieron en llevarle al médico de Talavera y le trajeron al pueblo escayolao to’l cuerpo… Es que entonces no se andaba al reparo de los hijos… si no llega a ser porque yo les advertíii…Pero deja eso yaaa y ven…» Si te escucho, le digo » Yaa, pero no estoy a gusto qu’estés trabajando y yo aquí sentaaaao»
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Si estuviera en otro sitio
– Este árbol lleva ya muerto mucho tiempo. Sí estuviera ahí donde comemos, se le cortaban estás ramas por aquí y con unas buena plataforma encima, se preparaba una mesa que pa qué… Pero aquí no hace nada más que estorbar; habrá que cortarle al ras con una buena sierra y pa leña.
– También se puede cavar alrededor y sacar el tronco entero, para trasladarle allí y hacer esa mesa que dices.
– Peroooo ¿tú sabes las raíces? Las raíces pueden haberse ido hasta allí -señala el huerto vecino- Eso hay que cavar muchoooo… O con maquinaria, como arrancan los naranjos ¿tú lo has visto?Pero asiii…
– Así, cavando un poco cada día. Sí no tenemos prisa
Se va hacia la caseta mientras yo me pongo con la azadilla pequeña a vaciar la tierra alrededor del tronco. Al rato vuelve y se queda mirando
– Osea que te vas a empeñar en hacerlo, pero si así no vas a poder…y ¿qué no hay otra herramienta un poco más grande?
Se va de nuevo y vuelve preparado con su zacho (que así nombra él a la azada), la pala y los pantalones recogidos dentro de los calcetines, como un «Tin-tin» resuelto a emprender su aventura.
¡Pies para qué os quiero!
De buena mañana:
-Como ayer te «fuistes»sin decirme ni las buenas noches ni ná…¡Por lo menos yo no te oí decirme ná!…Pues pensé que estarías enfadá por algo… Así que, ¡mira! me voy a dar un paseo aunque sea sólo hasta la playa, porque no se me pueden tener quietas las piernas y no voy a estar esperándote aquí sentao hasta que puedas salir conmigo…
-¡Pablo !- se da la vuelta y aparenta que no me oye -¡Pablo!- Sigue trajinando con las llaves en la puerta. Me acerco a él y le fuerzo a mirarme- Oye ¿No te acuerdas que tenemos cita con la enfermera?
-No me va a quedar más remedio que esperarte entonces
Cuando entramos a la consulta, ya se pone todo formal y atento a lo que le preguntan y me mira antes de contestar. Se tumba,con esa agilidad de yogi que tiene, en la camilla y Concha le hace una examen de sensibilidad en los pies. Le va tocando y él distingue, sin mirar, lo frío, lo caliente, los pinchazos y las cosquillas.
-Está todo perfecto, Pablo-le dice mientras anota los resultados y le mira calzarse en perfecto equilibrio
-¡Si lo sé! No los tengo muertos los pies, no..
Las cañas se usan de tutores para enderezar los cultivos
En el huerto de Pablo hay una pequeña plantación de cañas y las va usando para poner tutores, para hacer parapetos y vallas de separación… Las plantó hace ya mucho, cuando compró la tierra y todavía el riego lo hacían por un sistema de canales y acequias
-Entonces sí que estaban bonitas, porque el agua que se perdía de correr la acequias, iba para las cañas.
Las cañas sobreviven y renacen porque tienen tallos subterráneos con función reservante -que quiere decir que están adaptados para almacenar nutrientes y agua- Cuando vienen mal dadas y hay falta de agua y alimentos, esas cepas que son como nudos de madera se quedan en reserva y cuando vienen lluvias o las riegan, vuelven a rebrotar nuevas cañas.
Dice Pablo que lo bueno es conseguir separarla de la cepa, con un corte limpio, en esa zona maciza que es de «madera» porque en los entrenudos es hueca y la estropeas si la cortas mal.
Y ¡dicho y hecho!. Ahí le tenéis dando forma al nudo para que se adapte bien a la mano.
-Luego hay que limarlo bien para que quede suavecito. ¡Ya veréis qué bien lo preparo!
-¡Ese bastón va a ser la caña!
…hay que hacer caso a los médicos
-¿Entonces ya ha salido?
-Sí, pero tiene que recuperar la fuerza y se queda entrenando en Dagobah
-Pues en la playa, que es muy buena para los huesos, se recupera mejor…y mucho antes, ¡dónde va a parar!
-Ya, pero no puede dejar Dagobah sin terminar su formación, que luego ya sabes lo que pasa: enfrentarse a las fuerzas del mal sin terminar su entrenamiento peligroso es…
-No, si yo aquí estoy bien, si yo me aguanto aquí hasta nueva orden…yo ya voy a donde me quieran llevar… vosotros sabréis…pero…¡Ay qué coño!, ¡ tan peligroso no será si los mismos médicos le han dejado salir!
Presumiendo con las chicas
Hoy ha venido nuestra amiga Michele a ayudarnos en el huerto y después hemos ido a tomar el aperitivo con ella.
-¿Estás cansado? ¡Hoy has trabajado mucho! – Dice Michele
-¡Uy!, nada…y porque no hay baile esta tarde, que si no…allá que iba
-¡Menuda energía tiene!
Y se pone todo orgulloso, de estar ahí participando de la charla, de estar al lado de una chica guapa a la que «podría invitar al baile», de sentirse un galán.
Por la tarde, en el parque, lo primero que ha dicho es que hoy ha estado tomando el aperitivo con una chica francesa.