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¡Jo, qué noche!

2:30 a.m.

Me lo encuentro así, tocándose los dedos, palpándose la piel de los brazos y las rodillas, desconcertado. Le explico que es de noche, que tiene que acostarse y descansar hasta que asome la luz. Me señala la lámpara encendida

-Y ¿eso no es luz?

-La otra luz, la del alba. ¡Anda, métete en la cama!

-¡Pero habrá que darle leche a los niños!

-Vale, te voy a traer un vaso de leche y una pastilla para dormir

No quiero (me da miedo) preguntarle quiénes son esos niños que está viendo. Le caliento un poco de leche y cuando vuelvo está sentado en su sillón, con la cama hecha

Le pongo la botella de leche (con algo parecido a una tetina) entre las manos.

-Yo creo que esto que tengo, este reilor, va a ser el baile de San Vito. También lo tuvo una muchacha en el pueblo…de mi edad sería…luego se le fue quitando, era por unas fiebres que le dieron

Le ayudo con el biberón

Bebe con avidez, sin soltarlo. Luego me lo aparta y sigue hablando

-Yo de pequeño tuve que pasar mucho hambre… porque y que la leche de mi madre era como agua…¡Que no era de provecho!

Dicen que mordía hasta el pañito con el que me limpiaban la boca…Me salvé porque mi tía Raimunda…que no tendría más de diez años, me daba garbanzos machacaos…¡masticaos con sus dientes! y como veía que así me consolaba del llanto…pues me iba dando de tó lo que comía ella

5:30 a.m.

-Bueno Pablo yo me voy a dormir un rato ¿Tú te quedas aquí o te vas a la cama?

-¿Es que es hora de dormir ya? Tú es que te gusta mucho eso de dormir…

-Sí, eso de dormir

7:30 a.m.

9:30 a.m.

11:30 a.m.

15:30 p.m

https://youtu.be/fG2evigIJIc

«Chiquito de la Calzada» y las otras galaxias

-Pablo,¿qué dicen por la tele?

-Ná, si no saben ni qué poner…Ahora ha vuelto a salir ese humorista, Chiquito de la Calzada

-Es porque ha muerto

-¿Ha muertooo? ¡Ah, coño! Pues mira, está saliendo igualito, con las mismas cosas que hacía de bailes y saltitos, que no se le entiende lo que dice… y el que no ha vuelto a salir por la tele es el príncipito, será que no le dejan, porque no dice más que tonterías cuando sale…¡si no es más que un niñato!…La última vez que le vi yo que hablaba…yo no sé lo que dijo de la república…y queee… ¡que era una galaxia!

-¿Una galaxia muy lejana?

-¡Yo qué sé!, si no sé ni lo que es una galaxia – se ríe nervioso – Pero ¡a quién se le ocurre hablar mal de la república, sabiendo que en España hay tantos republicanos! Mira sus padres, cómo se quedan ahí callaítos y no dicen ná…y por eso les dejan vivir en el palacio y yo creo, que lo que quiere es irse él ahí y gobernar, pero no le dejan y tiene que estar viviendo en un apartamento muy pequeño, con las niñas y tó…y que se ande con cuidao a ver si le va a pasar como a su abuelo, que se tuvo que ir a vivir a Italia, síii, y allí sigue, si le dijeron de aquí que si quería volver y él mismo dijo que no quiere más líos…¡Si no se estará mal en Italia! ¿qué te crees?

Química traidora

Ayer ya casi anochecido tuvo uno de esos despertares con alucinación vívida y tan convencido estaba,  que salió de casa persiguiendo la quimera de solucionar el terrible drama que en su imaginación vivía. Salió en bata, en zapatillas, sin garrote…La gorra sí, la gorra la llevaba cuando me lo encontré, ambos sin aliento, yo de perseguirle a él y él, según sus palabras, por el terrible sufrimiento que estaba pasando. Al llegar a casa, después de aceptar mis explicaciones y su extravío

-Sí ya sé que es un disparate -dice apretándose la frente con las manos- pero es que ¡lo veo tan claramente!…Pero en este instante me doy cuenta de que no me rige bien la cabeza…

Esta mañana le observo arreglar su cuarto, centrado en cada movimiento para dejar bien doblada la manta, acercando las esquinas como ajustando piezas de un mundo que se dispersa pero que aún es posible ensamblar.