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El gallo Kiriko en la boda

-Pues cuando llegó a la casa de su primo, que era grandísima y con muchas habitaciones para estar, le pasó que le mandaron al granero a esperar, ¿ a esperar a qué? Preguntó el gallo, pero nadie le hizo caso. Así que sacó al arriero que se las compuso para llenar el carro y dejar el granero limpio de trigo y paja…Cuando vieron lo que había pasado, le metieron en el gallinero, ¡No se está mal aquí!, dijo el gallo y se puso a presumir con las pulardas y las perdices que esperaban muy elegantes para la comida. En esto que salió la zorra y también se juntó a la fiesta y se formó tanta algarabía que llegaron los criados, agarraron al gallo Kiriko y le metieron en el horno que estaba bien calentito… Pero el gallo sacó al río,  que salió como un torrente, llevándose por delante todo lo que encontró a su paso, cubertería de plata y manteles de Holanda, a invitados todos y a sus caballos, al cura, al primo y a la novia…Todo eso arrastró el río y contento de tener tanto que contar, se fue llegando  hasta su cauce…img_20170324_124305220.jpg

-Y ¿el gallo qué hizo?

-¡No quedó «arrecostao» a volver a otra boda!

naranjas de la china

Hay algunos alimentos que rechaza, de repente…El invierno pasado se pelaba y comía en el huerto un par de naranjas, a diario. Pero ahora, sin venir a cuento, se niega a probar ninguna de las que le ofrezco. Cuando le pido explicaciones se encoge de hombros y me dice

-Y ¿yo que sé?

-Esa es tu respuesta favorita #yyoquésé!

-Si es que es así…yo no sé por qué digo las cosas ¡ni por qué las hago tampoco!

No le encuentra sentido a este planeta donde se halla perdido…Trato de ayudarle a salir del laberinto. Le animo

-Prueba estas naranjas, ¡verás qué ricas!

-¡Qué sabréis vosotros de naranjas! Las que eran buenas son las que yo cogía, que no encontrabas  ni hueso y el pellejooo… ni se nooota de lo fino que es…Y …

-Sí, el mundo está lleno de pequeñas decepciones. No hay que esperar mucho de la fruta, ni del paraíso…-No me oye, él sigue en su viaje gustativo-

-…¡ tenían un gustooo…!

-Y esas tan buenas ¿las criabas en tu pueblo?

-Noo… Allí no se crían. Las traía una mujer en un burrito y las iba pregonando por las calles -Imita una voz chillona de vendedora de frutas callejera-¡Naranjas de Murcia!¡A perra chicaaaa! -se queda pensativo-.. Pero ahora y que tampoco se crían  naranjas en Murcia, lo han cambiado todo por plantaciones de limones…que me lo han dicho a mi…

-¡Tú si que estás hecho un buen limón!

-Lo que sí me comería es algo dulce -pone carita de dar pena- ¿No tienes algo por ahí?

-¡Naranjas de la Chiiiiina!

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sandalias con calcetines

Hoy ha estado en el parque esperando y «no se ha visto a nadie, ni siquiera a los que van a cuidar de sus nietos». Ha esperado sólo diez minutos, probablemente luego haya llegado alguien. Pero entre el tiempo de los relojes (ya os lo he dicho)  y el suyo, hay un abismo.

Se aburre como un niño castigado contra la pared.

Me han entrado ganas de llevarle de la mano a las casas y preguntar: «¿qué no sale Vicenta?» como cuando acompañas a un niño pequeño a buscar amigos para que salgan a jugar con él.

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