Hubo un tiempo en que ganaba todas las batallas, en que le parecía buena gente la gente y en que su familia, sus hijos lo hacían todo bien sin equivocarse, hubo un tiempo en que las horas se le llenaban de vida, pero ahora, en este momento que se le hace eterno, se acurruca entre capas de ropa y mantas, con el radiador al máximo y…
-Pablo, vamos a salir
-No, yo no quiero, estoy aquí muy bien
-Que sí, venga, que ha salido el sol y se está bien en la calle
Entra J… y le anima – ¡Pablo, vamos a tomar una cerveza!
– Pero ¿por qué no vais vosotros y me dejáis tranquilo…? – y mientras esto dice, se va desenvolviendo y se endereza y busca su bastón y aún protestando, nos sigue
Ya cuando se sienta en la terraza y hacemos el pedido al camarero, se desabrocha la chaqueta y J… se queda en camiseta y le dice que está echando mucha tripa y Pablo, que si eso es de no trabajar y le mira la suya y le dice que ya vería él si tuviera que ponerse a hacer «hoyas»…y que si yo me pongo también hago…y que ya lo sé que haces pero te cuesta más que si tuvieras buen tipo y que si cómo de honda hay que cavar la hoya para plantar un olivo…
Y entonces yo, viendo que todo está en orden, me acomodo en la silla y llevo el dedo al móvil