Una de sus obsesiones son las parras. Las riega, las poda, las arregla alrededor de hierros viejos que se va encontrando, envuelve cada racimo con papeles para proteger el fruto de los pájaros.
Nos estorbaba una que tenía una ramilla y cuatro hojas, sujetada con un clavo a la pared de la caseta, donde hemos querido solar un trozo para hacer una balda. Pues para salvarla, ha estado un par de horas abriendo una zanja para hundir en ella la rama y guiarla hacia otro lado donde “no estorbe” dejando fuera el final con sus cuatro hojas.
Ahí le tenéis, apretando la tierra con sus zapatillas nuevas…Las uvas dice que ya”no le pasan”y se le hace una bola con el “pellejo”, pero le gusta tener buena cosecha. Las va recogiendo y se las lleva en bolsas a sus amigas.