Sobre vocación y gallardía militar de las mujeres en el día del Pilar

Esta mañana, mientras dejaba a Pablo descansando de su agitada noche y al cuidado de J….., he pasado a casa de Vicenta a llevarle unos dulces

-Ay, muchas gracias, hazle sitio en la nevera que esta noche vendrá Margarita a dormir conmigo y lo cenaremos. Yo es que ahora estoy esperando que me recoja mi hijo, que vamos a comer en la casita todos, como es fiesta…Iba a venir a recogerme antes, pero he dicho que no, que quería ver el desfile. Pero no lo han puesto por la tele, este año no…

-¿Te gustan los desfiles, Vicenta?

-Uy sí! Yo si fuese hombre sería militar. Siempre con su uniforme tan bien puesto…

Es porque mi abuelo fue militar y tenía galones y todo, yo no sé qué rango sería…pero en una pelea entre dos, él se metió en el medio a terciar…¡y mira!, uno de ellos le cogió manía y se quejó de él a su familia y no se sabe qué mal hablaría…a su padre y su tío que eran altos rangos…y entonces a mi abuelo le quitaron los galones, todos los galones y le echaron sin paga y sin nada…y del disgusto ¡Ay mira! Le dio un ataque al corazón…Pero mi abuela puso una tendeta, de las que venden de todo… ahora ya no hay, ahora ya los supermercados…pero ella sacó a todos adelante, vendiendo salats…

Entra Pilar, la vecina de al lado que va muy arreglada porque hoy sale a comer con la familia, dice. Le doy un beso, la felicito por su santo y alabo su vestido. Vicenta se une a los piropos

-Y quina figura més bona conserves, xiqueta…

-¡Y no llevo faja ni nada!

Se da una vuelta enseñándonos el vuelo del vestido y hace el amago de levantarse la falda para demostrar lo que ha dicho, pero enseguida se arrepiente, viéndome con el móvil preparado…

-Uy no, fes-me la foto aci

– A ver cómo he salido… Sí yo salgo muy mal en las fotos…Yo es que estoy muy mal de salud…Pero me pinto, me arreglo, me coloco los pelos…¡Ay que ver, con el pelo que yo tenía! Y mira, me quedan cuatro…eso es de las peluquerías y los tintes…a mí me gustaría dejármelo sin teñir, pero no me atrevo, pienso que qué dirán de mí y no me atrevo…¿Qué tal está Pablo?… ¿Durmiendo le has dejado? …Yo tampoco duermo por la noche y me levanto muchas veces a orinar, pero no puedo quedarme a descansar por la mañana como hace él, porque pienso ¿Y si llaman a la puerta? ¿Cómo no voy a abrir? Y ¿Qué van a decir si abro y me ven recién salida de la cama? ¡Ah, no! Yo me levanto, me arreglo, limpio la casa…que la tengo siempre limpia… Algún día tienes que pasar y te la enseño…Yo esté como esté, aunque me duela todo…me arreglo, dejo mi casa en orden y pa’lante

31 comentarios en “Sobre vocación y gallardía militar de las mujeres en el día del Pilar

    1. noteclavesilustracion Autor

      Ya se lo digo y me mira con cara de incréduloasombro😌 Lleva la militancia en la sangre. Acuden a comer a casa, todos los días, sus tres hijos y sigue haciendo la comida «al gusto de todos» como si no se hubieran casado/independizado. Ni se plantea tomarse un día libre🤷😌
      Un abrazo, Luna querida

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  1. tecuentodeviajes

    Uich que sorpresa 🙂 doña Vicenta con vocación militar … aunque solo fuera para lucir uniforme bien planchado y con galones como su admirado abuelo 😀 precisamente esta mañana leía que hace 30 años que las mujeres pueden entrar en el ejército.
    Doña Pilar debe haber sido coqueta toda su vida 🙂 seguro que sí 🙂 la imagino desde siempre con sus pelos bien colocados y sus labios pintados.
    Dos abrazos enormes con mucha energía, buen finde XXXOOO

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  2. justi

    Me ha encantado este relato también,
    la visita a casa de Vicenta…y de paso conocer a Pilar, amigas de Pablo.
    El círculo se amplía, hermosas amistades,
    tiernas confidencias.
    Su forma de hablar, recatada pero intensa,
    adorna de áureas madreselvas el ambiente de la casa.

    Mujeres que han vivido y llevan como un río de luz en sus recuerdos de abuelos militares, con galones y uniformes bién planchados,
    destellos de vida al hablar, tal como tú nos lo narras.
    No, no son hojas de chopo que se doblegan,
    mujeres llenas de vida, conocen la astucia.
    Son claras, enteras, tajantes., aún despeinadas o sin faja, mostrando el vuelo de la falda;
    hasta coquetas posando para la foto.
    Entrañables diálogos.

    Gracias por presentárnoslas.

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    1. noteclavesilustracion Autor

      Son mujeres…(iba a decir extraordinarias, pero ¡hay tantas así!) que sostienen el mundo con sus manos. Y la coquetería forma parte de su fortaleza. Yo opino que la frivolidad es necesaria para contener todo lo demás, como una coraza para que no nos aplaste el absurdo de la vida.
      Muchísimas gracias, Justi
      por entrar a la tertulia y fijarte en todo
      y decir lo «justo»(quetunombretehacejusticia)
      Un abrazo

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  3. JM Vanjav

    Las personas cuando ejercen de si mismas se muestran, tal cual, sencillas y sinceras. En tu vecindario esta claro que es así y todavía el miedo, la desconfianza o la inseguridad no están tan próximas como tus simpáticas y atentas vecinas.
    Saludos ✋

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  4. palmeiralibre

    Cuando me jubilé mis compañeros me decían: “Carmen, ahora que vas a tener tiempo…”. Por suerte, nunca anduve sobrada de eso. Cada vez tengo menos (o no estaría escribiendo a las tantas).
    No sé si se debe a la maestría del fotógrafo, pero a Pilar se la ve guapa y lozana. Y si a eso le sumamos su simpatía…, no debiera importarle abrir la puerta un tanto en deshabillé y algo “despenuxada”. Resultará encantadora de todas maneras.
    Ah, por favor: acogiéndome al dicho de que “todos los santos tienen su octava”, felicítala en mi nombre.
    Estoy de acuerdo en que los amigos (¿amigas?) de Pablo son gente estupenda.
    Un abrazo para todos.

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    1. noteclavesilustracion Autor

      Sí, no se puede hacer otra cosa que admirarlas y quererlas. Es verdad que son todas mujeres, los hombres no «llegan» a donde ha llegado Pablo ( *ai el meu marit, tot i que em feia molta feina, el trobo a faltar, algunes vegades😊). 👉❤️👈 (*aunque les daba mucha faena, echan de menos a su marido, algunas veces)

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  5. magdalena

    A mí me pasa como a Pilar, no sé abrir la puerta sin pintarme los labios y un poquito los ojos. De momento el tinte también es primordial. Hay que hacer caso de aquello de La Ley de Murphy: «Todo lo que está mal, es susceptible de empeorar». Pongámonos guapas entonces, para que el deterioro sea lo más lento posible.
    Me compraré un vestido como el de Pilar, creo que lo he visto en los grandes almacenes del «Tijeretazo británico». Me gusta.
    Besiños palmeiráns para todos.

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