fotosíntesis y penicilina

Cuando le pongo el pastillero en la mesa casi siempre se alegra y las va tomando con sus manos como el que elige una golosina, por colores

-Primero esta azulita. – se la lleva a la boca que abre exageradamente para meterla en el gaznate – Luego esas dos pequeñas…¡Cuántas medicinas nos dan ahora!…En otros tiempos la gente se moría, los niños sobre tó, porque había muchas fiebres malas y los curanderos poco sabían curar, no siendo una torcedura…yo me torcí un tobillo y me lo arregló una curandera muy buena, que decían que era una bruja…

Pero las «pelicilinaaas» sólo las podían comprar los ricos y las traían de la parte de América…Hasta salió una película…de un hombre gordo que se subía a una noria muy alta y queee…ya no me acuerdo, tararararán tarán (*tararea la música de «el tercer hombre»)

…ya no me acuerdo

Levanta la taza con cuidado y, para evitar el temblor, coloca los codos apoyados en ese cuerpo consumido y exhausto pero todo él concentrado, como un equilibrista en sus pasos sobre un cable, como un Jedi en la fuerza, como una planta en su fotosíntesis

41 comentarios en “fotosíntesis y penicilina

  1. whatgoesaround

    Jajaja, qué bueno, y qué rápido… Pero oye… ¿esto no será una entrada antigua? Espero que no. Bueno, lo digo porque el principio con lo de las pastillitas de colores y que parecen golosinas y que le divierte el asunto ya lo habías explicado. El resto no estoy tan seguro. También me suena lo de las medicinas y los pobres… Geniales las ilustraciones, la de la curandera y el caldero, y la de la noria me parece sencillamente magistral, menudo artistazo.
    Gracioso lo del Jedi y la fuerza y las plantas y la fotosíntesis. ¡Reto superado!

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    1. noteclavesilustracion Autor

      Ya hemos tocado el tema de las pastillas varias veces(es una de sus obsesiones. Algunas veces se rebela contra su «largavida» y a continuación pregunta por su ración de pastillas. Algún día haré un estudio sobre eso: nuestra relación con las drogas😁), pero la entrada es nueva nueva, para cumplir el reto, 👉en tu honor!👈

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  2. evavill

    Cuando era pequeña me «reía» de mi abuela por todas las pastillitas de colores que se tomaba antes de comer, casi más que comida. Y también me parecían chuches.
    Las historias de Pablo siempre me gustan y acordarse de la música del Tercer hombre no es ninguna tontería.
    Hoy te tengo que felicitar especialmente por tus dibujos: son magníficos. De verdad.
    Y también por el último párrafo tan lleno de gracia, inteligencia y sensibilidad.
    Un abrazo enorme, Note

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    1. noteclavesilustracion Autor

      El «tono» de las canciones es lo que más queda en el disco duro, se ve que hacemos copias en muchas carpetas. Hay personas con Alzheimer muy avanzado, que no «conocen» a su familia pero son capaces de tararear y a veces con letra incluida, canciones infantiles o coplas que aprendieron en su primera juventud. Muchas gracias Eva, verdaderamente me esponjas con tus palabras 😊😗
      Me abrazo a ti

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  3. justi

    Oh mundo de pastillas y colores,
    parte son de nuestras vidas.
    También por lo que veo lo son de la vida de Páblo.
    Con éllas vive a caballo
    entre el insomnio y la euforia:
    Como condor enfermo volando bajo.
    Un abrazo.

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  4. Laura Antolín

    «Levanta la taza con cuidado y, para evitar el temblor, coloca los codos apoyados en ese cuerpo consumido y exhausto pero todo él concentrado, como un equilibrista en sus pasos sobre un cable, como un Jedi en la fuerza, como una planta en su fotosíntesis». Así quiero estar, si llego a mayor. Sobre todo como un equilibrista. Porque lo de agradecido hasta para tomarse las pastillas, será cosa de volver a nacer… Ya se ve: Pablo es un bien nacido. Ah, sí, si no fuera por el doctor Fleming muchos ya no andaríamos por aquí. Gracias también a él. Ps, ¿hizo frío de madrugada y después calor a mediodía? Lo pregunto por la mezcla de rosa y azul cuando Pablo se toma el agua de la taza. ¡Queremos saberlo todo todo!

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    1. noteclavesilustracion Autor

      Así estarás, plena de equilibrio y concentración, fijando la vista y la mente en todo lo que haces, todo lo que lees, todo lo que interpretas y comprendes(todoloquehayenelmundo) los colores, los sabores, el tacto y el olfato
      y con el oído presto
      al trino de los pájaros y a los cambios de sentido del viento.
      Abrazos, Laura

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  5. laacantha

    » Lo único bueno de las enfermedades es que te enseñan lo que realmente importa en esta vida.» Un abrazo de apoyo para Pablo . Mil agradecimientos para ti por contar esas historias , tocando lo más sensible y dandonos por entender lo que es más importante en esta vida.

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  6. palmeiralibre

    Por lo que veo, en todos los pueblos se repite la historia: a mí también me trató
    una torcedura un curandero; aunque me inclino por creer que se curó sola. En Galicia se le llama “albeite”, que también significa veterinario.
    La música es el mejor remedio para curar un mal. ¿Le gusta a Pablo? ¿Tiene alguna preferencia?
    Vaya variedad de estilos pictóricos… ¡Menudo artista!
    Un abrazo compartido.

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    1. noteclavesilustracion Autor

      A Pablo le gusta el folklore popular, las canciones y chascarrillos que se «inventaban» durante la recogida de aceituna, la siega, el arado(éstas más tristes y solitarias) También la copla que se escuchaba por la radio, el tango(a veces, cuando estamos reunidos y nota un silencio, canta esa de «silencio en la noche ya todo está en calma, el músculo duerme, la ambición descansa») También canta canciones de «guerra» («yo soy socialista revolucionario» ) y canciones de películas que vio con su novia de formalidá(yo te diré porqué mi canción te llama sin cesar) …y hasta religiosas(aunque él no lo es, dice) Aquí puedes oír su voz: https://darecadodemi.wordpress.com/2016/11/17/cristo-de-valdelpozo/

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  7. maderadebloj

    No es fácil escribir tan breve y acertar siempre en los detalles -esto es, en lo fundamental-, detalles que lo explican y lo iluminan todo. Como tus dibujos.
    (Galiana, Lidia Castel, Manuel Cerdá… supongo que serán algunas de tus últimas lecturas…)

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  8. tecuentodeviajes

    Aquí llevo un rato sin palabras, pensando en el Okal de mi abuela, en la penicilina que entraba de extraperlo por Gibraltar, en las curanderas que curan las «culebrinas» , en el gran mundo de la farmacopea… y mirando hipnotizada a nuestro Jedi fotosintético y equilibrista 😀 con sus chuches de colores y sujetando esa taza tan especial para mi 😀 ¡¡ Oh Note!!! ver mi garabata sujeta en las manos de nuestro querido don Pablo me ha emocionado mucho !!! 😀 me ha encantado tu regalo 😀 Muchas gracias de corazón por esta sorpresa tan bonita 😀 por alegrarme la mañana con tu cariño, con tus letras y con tu fantástico arte 🙂 Besos grandes y dos abrazos enormes a repartir.
    P.D. : Por cierto, mi ¿curiosidad? ¿paciencia cognitiva? 😉 ha encontrado en los lomos de los libros nombres de autores familiares 🙂 aprovecho y les mando un saludito 🙂

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  9. magdalena

    Buenos días, Note. Mi madre le llamaba caramelos y las tomaba siempre por el mismo orden.
    Los años corren que vuelan, ahora soy yo la que ha cogido el relevo, ya empiezo a poner mis caramelitos por la mañana en el plato de las tostadas.
    Juventud, divino tesoro.
    ¿Te vas? Para. ¡ No ! ¡¡ Volver !!
    Un placer como siempre leerte, Note.
    Besiños palmeiráns.

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  10. Nati Aranda

    A mí también me curó un codo un señor del pueblo que no usaba penicilina. Luis el Colorao, le llamaban… No creo que fuera brujo, quizá sólo tenía mucha intuición y sabía recolocar cosas o dar masajes sin haberse formado como médico ni enfermero. Quizá yo era cadi una cría y estaba sugestionada por lo que me habían contado de su don.

    En cualquier caso, Pablo siempre acaba recordándome a alguien de mi pueblo o algo que viví allí.

    Muy a menudo es mi abuelo en quien pienso cuando leo a Pablo a través de ti. Tu blog es mágico para mí, es algo así como un hogar que he descubierto hace poco pero siento mío y conocido de toda la vida.

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  11. evacobogonzalez

    No sé si será por el efecto de las pastillas, Note, pero he alucinado mucho con la entrada. Serán esos colores atómicos con que iluminas a Pablo bebiendo? Será la forma tan potente de terminar el relato, me has emocionado, de verdad, con el último párrafo, en si mismo, un grito de amor, (al menos, así lo he leído yo). Un abrazo enorme

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  12. carlos

    Con esa taza tan chula, hasta las pastillas deben saber a gloria bendita. Conocí a un curandero muy bueno, de los que no cobran y recomponen el cuerpo con primor. Antes la medicina habitual era guardar cama. ¡Que no es que te la fueran a robar! Y además del aguardiente de hierbas, la miel, la quina, la aspirina y el ponche de leche y huevo, sólo aplicaba el descanso y la paciencia. Un abrazo.

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