De trabajo en tabernas y escapismo nudista (en el río aquel)

-¿Qué tal estás? ¿Qué piensas?

– Ná, mi padre, que cuando volvía de noche de trabajar…me hacía que me quedara en su puesto en la taberna, que es que él tenía que madrugar, me decía…miá tú, «madrugar pellejero, que salía el sol y decía que era un lucero»…y allí aguantando hasta que se quisieran ir…

A mí no me gustaba la taberna…En Villarejo, (*el pueblo donde se fue a vivir al casarse) en seguida la quité y dejé sólo la tienda (*una tienda de ultramarinos que atendieron durante sus primeros años de matrimonio, antes de emigrar a Madrid) …Y los domingos dejábamos cerrao y nos íbamos al río ¡Uy, cómo le gustaba a Pili el agua! – Me señala la pared donde está la foto de él y su novia de jovencitos- Y en ese tiempoooo, las mujeres no se bañaban, acudían al río a lavar la ropa, pero ellaaas… ¡vestías!… sólo los hombres y los niños jugaban en el agua…

Nosotros es que nos metíamos en lo escondío, entre los riscos, teniendo buen cuidao de que no nos alcanzara a ver nadie…y que tampoco había bañadores – se ríe-

nosotros, desde luego no gastábamos

45 comentarios en “De trabajo en tabernas y escapismo nudista (en el río aquel)

  1. tecuentodeviajes

    Que bonita esa risa de Pablo enmarañado en su taberna y en ese río 🙂 y que preciosidad las ilustraciones, la del escapismo nudista me encanta y me emociona 🙂 Esa sí que molaría en una taza, así desayunaría todos los días con su Pili 😉 . Muchas gracias por compartir sus recuerdos y tu mucho arte. Dos abrazos morrocorudos 🙂 y besitos de colores.

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  2. Alfonso Cebrián

    Claro, es que los bañadores vinieron después. Me desbravé en lo que llamábamos Río Chico. Al lado estaban la Isla y el Río Grande: en el Grande ya te habías graduado. Era una bendición de Dios dejarse llevar por los chorros de la presa. Todos los muchachos en pelota. Vinieron los mayores y con ellos los bañadores y el gango. Más tarde llegaron las espumas, la porquería, la contaminación… y desaparecimos el gango, los mayores, los muchachos y los bañadores. Ya no hay nada en el Tajo, una poca de agua y unas carpas gigantescas que parecen mutantes.
    Pero tu relato es cálido y optimista, como las cándidas carnes de tus protagonistas. Un abrazo.

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  3. Joaquín

    Los que tenemos una edad podemos recordar las escapadas al río incluso cerca de las ciudades; el agua estaba limpia, había peces y cangrejos. La canción evoca aquello perfectamente. ¡Qué recuerdos más bonitos!
    Hoy, debido a las industrias y urbanizaciones, los rios bajan sucios casi desde su nacimiento. Una pena.

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  4. carlos montalleri

    Los dibujos de este post son especiales, el primero me encanta. Pues eso de bañarse en porretas se ha hecho siempre, pero me da que en aquellos años, alguno tendría algún sonrojo. Lo mejor sin duda el agua pura y cristalina que habría entonces. Ahora hay ríos que ni vestido nos meteríamos. Un abrazo.

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    1. noteclavesilustracion Autor

      Parece que Pablo ha sido siempre una persona muy libre a pesar de vivir en esa sociedad «contenida» de la larga posguerra española. Pero sí, los ríos de entonces eran limpios y el agua llevaba peces y cangrejos (también lo cuenta así). Justo ahora, mientras te escribo, están poniendo un programa sobre cambios climáticos y es bastante aterrador el panorama.
      Ese abrazo, Carlos querido

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  5. saricarmen

    ¡Encantadores recuerdos de Pablo y preciosos dibujos Note! Los parroquianos disfrutando el momento sin ánimo de irse y el tabernero disimulando las ganas de apagar las luces. ¿Alguna vez le muestras a Pablo tus dibujos luego de sus remembranzas?
    ¡Un abrazo enorme para los dos!

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  6. Estrella RF

    ¡Qué tiempos ¿verdad?! las tabernas de pueblo, las partidas de cartas con el porrón o un chato de vino al lado, la luz mortecina para no gastar, las perras gordas sobre las mesas… ¡órdago a la grande! en mi pueblo había solo una taberna que no existe hace muchos años ya.
    Y el río, un río de montaña con el agua helada, cogíamos cangrejos a mano y alguna culebra de agua al meter la mano en las cuevas, ¡menudo susto! baños en el verano en un remando que nos cubría poco más que la rodilla. Pero no recuerdo o al menos estando yo no pasó, que nos bañáramos desnudos, sería por el frío… más que por la vergüenza.
    Las cosas de Pablo me hacen evocar aquellos años de infancia tan distintos de los de ahora. Tus dibujos preciosos, el nudista me parece que tiene una ingenuidad que se escapa la ternura desde el papel.
    Y ya no me enrollo más… jaja. Un abrazo y gracias por estos recuerdos y tus dibujos.

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    1. noteclavesilustracion Autor

      Qué tiempos! Pero no son los mismos los de Pablo y los tuyos, yo creo que cuando tú cogías cangrejos ya «se estilaban» los bañadores. Lo que él cuenta es de los años cincuenta siendo él veinteañero. Aunque esas vivencias en los ríos, tanto en pueblo como en ciudades, no cambió durante mucho tiempo y por eso tú (y Alfonso que también lo cuenta en los comentarios)has tenido experiencias parecidas de diversión y juego en el río…y me encanta leerte cómo lo cuentas y me alegro contigo en tus recuerdos. Enróllate siempre, Estrella querida, siempre que quieras!
      Ese abrazo y el mío ahí va!

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  7. whatgoesaround

    Bonito relato y maravillosas ilustraciones (eres mi dibujante preferido). Yo también he sido muy amante del nudismo (playas de Formentera). Y es verdad, el agua de las montañas acostumbra a estar realmente helada. «En el río aquél»… Miguel Ríos.

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  8. laacantha

    Que bueno…la tranquilidad , la simplicidad y el marco ( corto y sincero) de tus relatos , no digo nada de los dibujos, es lo justo para disfrutar leendolos . Tus textos me paran deciendo -» Ya, ya, ya…parate , disfruta y memoriza precisamente este momento…no se repita el presente » Un gran abrazo.

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  9. laacantha

    ¡Como has acertado!…pienso lo mismo ( sonrisaaaaa) soy muy buena. Que paseis un buen fin de semana. Quería decirte que impresión tengo yo de ti pero saldra un poco ridículo ( tu a mí y yo a tí). Es muy, muy buena , mis corazonadas siempe aciertan.

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  10. magdalena

    ¡ Mira qué pillos ! desnuditos los dos aprovechándose de… los rayos uva, y eso es peligroso.
    ¿ Por qué no podemos abusar de los rayos uva ? Porque se nos pone la piel como una pasa.
    Genial, Note, y los dibujos fantásticos.
    Besiños palmeiráns.

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  11. palmeiralibre

    En Palmeira no había río, sólo un riachuelo que no cubría más arriba de las rodillas en el que lavaban la ropa las señoras. Ahora ni eso tenemos. Pero como de playas estamos bien servidos/as (no sea que alguien se ofenda), los niños se bañaban en el mar al tiempo que practicaban el nudismo.
    ¡Cuántos recuerdos encontrados me trae el vídeo de Miguel Ríos!: la adolescencia de mis hijos, el cambio brutal para una madre provinciana que aterriza recién enviudada en la capital…
    Después de unos días bien ajetreados -incluidas las visitas al dentista-, cual oveja perdida, vuelvo al refugio del aprisco y lo que encuentro me encanta.
    Un abrazo con todo mi cariño.

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