-¿Qué tal estás? ¿Qué piensas?
– Ná, mi padre, que cuando volvía de noche de trabajar…me hacía que me quedara en su puesto en la taberna, que es que él tenía que madrugar, me decía…miá tú, «madrugar pellejero, que salía el sol y decía que era un lucero»…y allí aguantando hasta que se quisieran ir…
A mí no me gustaba la taberna…En Villarejo, (*el pueblo donde se fue a vivir al casarse) en seguida la quité y dejé sólo la tienda (*una tienda de ultramarinos que atendieron durante sus primeros años de matrimonio, antes de emigrar a Madrid) …Y los domingos dejábamos cerrao y nos íbamos al río ¡Uy, cómo le gustaba a Pili el agua! – Me señala la pared donde está la foto de él y su novia de jovencitos- Y en ese tiempoooo, las mujeres no se bañaban, acudían al río a lavar la ropa, pero ellaaas… ¡vestías!… sólo los hombres y los niños jugaban en el agua…
Nosotros es que nos metíamos en lo escondío, entre los riscos, teniendo buen cuidao de que no nos alcanzara a ver nadie…y que tampoco había bañadores – se ríe-
nosotros, desde luego no gastábamos
Que bonita esa risa de Pablo enmarañado en su taberna y en ese río 🙂 y que preciosidad las ilustraciones, la del escapismo nudista me encanta y me emociona 🙂 Esa sí que molaría en una taza, así desayunaría todos los días con su Pili 😉 . Muchas gracias por compartir sus recuerdos y tu mucho arte. Dos abrazos morrocorudos 🙂 y besitos de colores.
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Cuánto me alegra haberte despertado esa emoción con estos «viajes» de Pablo a su pasado. Recojo tus abrazos y besos y amueblo con ellos esta habitación donde estamos ahora.(lo de las tazas, adelante!, te cedo los «derechos» del dibujo👈)
🙌😊😙😙
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Bonito relato.
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😊😙
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Genial y tierna la entrada de hoy. Y los dibujos me han gustado mucho los dos. El primero por distinto, con ese fondo rosado, y el segundo no hace falta comentarlo :))
Besos!!
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Besos, Eva querida y gracias 😊😍
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El título promete y la narración no defrauda. Me encanta Pablo, era un rebelde 🙂 (muy trabajador, eso sí).
Abrazote
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De pequeñas rebeldías cotidianas que mantienen la dignidad de las personas, en esos tiempos en que todo estaba prohibido, sí
Y ese abrazo!
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Claro, es que los bañadores vinieron después. Me desbravé en lo que llamábamos Río Chico. Al lado estaban la Isla y el Río Grande: en el Grande ya te habías graduado. Era una bendición de Dios dejarse llevar por los chorros de la presa. Todos los muchachos en pelota. Vinieron los mayores y con ellos los bañadores y el gango. Más tarde llegaron las espumas, la porquería, la contaminación… y desaparecimos el gango, los mayores, los muchachos y los bañadores. Ya no hay nada en el Tajo, una poca de agua y unas carpas gigantescas que parecen mutantes.
Pero tu relato es cálido y optimista, como las cándidas carnes de tus protagonistas. Un abrazo.
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¡Qué bien lo cuentas, querido Alfonso! Qué gusto leerte
¡Ese abrazo!
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Los que tenemos una edad podemos recordar las escapadas al río incluso cerca de las ciudades; el agua estaba limpia, había peces y cangrejos. La canción evoca aquello perfectamente. ¡Qué recuerdos más bonitos!
Hoy, debido a las industrias y urbanizaciones, los rios bajan sucios casi desde su nacimiento. Una pena.
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¡Cómo ha cambiado el paisaje! Y cómo hemos cambiado nosotros…
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Que ríos los de aquellos días! Por cierto, me encantan los dibujos.
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Qué ríos y qué juventud!
¿Dónde estará el ramo verde🎶🎶?
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Hermoso, me gusta mucho.
Gracias por la publicación Saludos, bolas 🙂
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Mil gracias por venir y comentar. 🤗🤗 Saludos 🙌🙌
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Los dibujos de este post son especiales, el primero me encanta. Pues eso de bañarse en porretas se ha hecho siempre, pero me da que en aquellos años, alguno tendría algún sonrojo. Lo mejor sin duda el agua pura y cristalina que habría entonces. Ahora hay ríos que ni vestido nos meteríamos. Un abrazo.
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Parece que Pablo ha sido siempre una persona muy libre a pesar de vivir en esa sociedad «contenida» de la larga posguerra española. Pero sí, los ríos de entonces eran limpios y el agua llevaba peces y cangrejos (también lo cuenta así). Justo ahora, mientras te escribo, están poniendo un programa sobre cambios climáticos y es bastante aterrador el panorama.
Ese abrazo, Carlos querido
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Al Pirulín-pirulero, to’ er mundo encueros!.
Genial como siempre en «su»sencillez y tus trazos.
Salud, amigo!
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Como siempre destilando salero calauchero
Y salud, que es uno de los mejores saludos que conozco, amigo
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Qué lindo este blog de recuerdos! Si es que ! Una persona= un mundo=un libro!
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Sí, cada persona un mundo, tienes razón Pepa viajera😊
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Precioso relato y tus dibujos de 10!
Un abrazo, Note
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😊😍😘
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¡Encantadores recuerdos de Pablo y preciosos dibujos Note! Los parroquianos disfrutando el momento sin ánimo de irse y el tabernero disimulando las ganas de apagar las luces. ¿Alguna vez le muestras a Pablo tus dibujos luego de sus remembranzas?
¡Un abrazo enorme para los dos!
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Gracias Sari, pues Pablo no muestra mucho interés por los dibujos, no le parece que lo hago bien 😀
También le hablo de vosotros y del cariño que le enviáis y sonríe, pero no sé lo cree🤷
Ese abrazo, querida amiga!
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muy bueno, y el pueblo lo conozco creo, es un pueblo cerca de Madrid
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Hay muchos pueblos que se corresponden con ese nombre, el que nombra Pablo está en Toledo 😊
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yo soy Bolo, jajajaja y conozco es cierto villarejos, aunque en este caso creo que tenía el conocimiento por lo que decias y pensaba que era villarejo de salvanés
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Vaya! Pues entonces sois paisanos Pablo y tú😊
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eso me temo, pero yo de los montes de toledo, jajajajaja
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¡Qué tiempos ¿verdad?! las tabernas de pueblo, las partidas de cartas con el porrón o un chato de vino al lado, la luz mortecina para no gastar, las perras gordas sobre las mesas… ¡órdago a la grande! en mi pueblo había solo una taberna que no existe hace muchos años ya.
Y el río, un río de montaña con el agua helada, cogíamos cangrejos a mano y alguna culebra de agua al meter la mano en las cuevas, ¡menudo susto! baños en el verano en un remando que nos cubría poco más que la rodilla. Pero no recuerdo o al menos estando yo no pasó, que nos bañáramos desnudos, sería por el frío… más que por la vergüenza.
Las cosas de Pablo me hacen evocar aquellos años de infancia tan distintos de los de ahora. Tus dibujos preciosos, el nudista me parece que tiene una ingenuidad que se escapa la ternura desde el papel.
Y ya no me enrollo más… jaja. Un abrazo y gracias por estos recuerdos y tus dibujos.
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Qué tiempos! Pero no son los mismos los de Pablo y los tuyos, yo creo que cuando tú cogías cangrejos ya «se estilaban» los bañadores. Lo que él cuenta es de los años cincuenta siendo él veinteañero. Aunque esas vivencias en los ríos, tanto en pueblo como en ciudades, no cambió durante mucho tiempo y por eso tú (y Alfonso que también lo cuenta en los comentarios)has tenido experiencias parecidas de diversión y juego en el río…y me encanta leerte cómo lo cuentas y me alegro contigo en tus recuerdos. Enróllate siempre, Estrella querida, siempre que quieras!
Ese abrazo y el mío ahí va!
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Sí, al menos un par de décadas menos que Pablo tengo, pero en aquellos años las cosas no iban tan deprisa…
Otro abrazo y buen día. 😘😘
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Bonito relato y maravillosas ilustraciones (eres mi dibujante preferido). Yo también he sido muy amante del nudismo (playas de Formentera). Y es verdad, el agua de las montañas acostumbra a estar realmente helada. «En el río aquél»… Miguel Ríos.
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Que bueno…la tranquilidad , la simplicidad y el marco ( corto y sincero) de tus relatos , no digo nada de los dibujos, es lo justo para disfrutar leendolos . Tus textos me paran deciendo -» Ya, ya, ya…parate , disfruta y memoriza precisamente este momento…no se repita el presente » Un gran abrazo.
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Me parece que tu comentario es hermoso, muy hermoso y me llena de aliento. Me parece que tienes una forma de comunicar(te) precisa y honesta. Me parece que eres una buena persona. Gracias por venir aquí
Y ese abrazo ☺️😚
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¡Como has acertado!…pienso lo mismo ( sonrisaaaaa) soy muy buena. Que paseis un buen fin de semana. Quería decirte que impresión tengo yo de ti pero saldra un poco ridículo ( tu a mí y yo a tí). Es muy, muy buena , mis corazonadas siempe aciertan.
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¡ Mira qué pillos ! desnuditos los dos aprovechándose de… los rayos uva, y eso es peligroso.
¿ Por qué no podemos abusar de los rayos uva ? Porque se nos pone la piel como una pasa.
Genial, Note, y los dibujos fantásticos.
Besiños palmeiráns.
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La piel se pone como una pasa cuando se pasa, hayamos o no sufrido los estragos del sol en nuestros cuerpos, Magdalena querida
Y esos besiños siempre jóvenes y tersos y tiernos y buenos😊😙
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En Palmeira no había río, sólo un riachuelo que no cubría más arriba de las rodillas en el que lavaban la ropa las señoras. Ahora ni eso tenemos. Pero como de playas estamos bien servidos/as (no sea que alguien se ofenda), los niños se bañaban en el mar al tiempo que practicaban el nudismo.
¡Cuántos recuerdos encontrados me trae el vídeo de Miguel Ríos!: la adolescencia de mis hijos, el cambio brutal para una madre provinciana que aterriza recién enviudada en la capital…
Después de unos días bien ajetreados -incluidas las visitas al dentista-, cual oveja perdida, vuelvo al refugio del aprisco y lo que encuentro me encanta.
Un abrazo con todo mi cariño.
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Qué bueno disfrutar del agua en la piel inocente!
Me encanta cuando vienes y me dejas tus impresiones, tus imágenes, tus recuerdos …y tu forma de brillar🎶🎶🎶
Te abrazo 😊😙
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Como siempre, un placer. Y un abrazo grande, como siempre.
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Ahí va el mío, Eladio
que me gusta cuando vienes y también ir a verte y quedarme en silencio mirando de soslayo el book de esa señora que te inquieta(un poco)
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