un tonto de los piropos

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(…)cuando empecé a venir por aquí me encontré que ya vivía uno de mi pueblo ¡ná menos! Era un mostrenco de esos…de los que se dan importancia…después de la mili, echaron una instancia él y otro para guardiacivil…y tó se le hacía decirle al otro que no le iban a coger por ser hijo de rojo, porque el padre había muerto luchando en el bando republicano – se ríe – y el que no pasó la prueba fue él, menos mal, porque uno así pensando maldades… con esa gorra y armaoooo…¡uy!

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…¡menos mal!

…en ese tiempo había muchas ratas ¡porque no quedó ni un gato! – se ríe –

ná, que iba con el cuento a los fachas de si este ha escondío harina o el otro ha cogío leña …con el engreimiento de ganar trato de favor…¡un rata!IMG_20180308_121613.jpg

y ¿sabes por qué no pasó la prueba? pues porque encima era un tonto de esos de los piropos, que se creen que hacen gracia a las mujeresIMG_20180308_121534.jpg

y estando en la mili le habían abierto expediente – me mira fijamente – pues porque no se le ocurrió otra cosa que  a una que era sobrina de un alto mandooo… yo no sé lo que la diría… el caso es que ella denunció; si hubiera sío alguna otra pobre, se había tenío que callar…así era entonces…pero la cosa es que él ya no pudo entrar a trabajar en ná del Estao… y se fue del pueblo

…mira tú por dónde me lo tuve que encontrar en éste…

pero nooo, tampoco había hecho buenas migas…he oído que a su entierro no acudió casi nadie…

54 comentarios en “un tonto de los piropos

  1. palmeiralibre

    Qué razón tiene Pablo: no quiero ni pensar en un tipo de esa calaña armado de fusil y con autoridad…
    Cuando era niña recuerdo que en los entierros se valoraba el prestigio del muerto según la asistencia de parroquianos y los lloros de los familiares.
    El perfil de Pablo, logradísimo. Me encanta su nariz y me recuerda la de un amigo muy querido. Las ratas supongo que también están logradas, por el repelús que me producen. Para colmo estoy leyendo una novela de terror en la que la sangre y las ratas están por todas partes.
    Hace un rato que he llegado de un cumpleaños y me he dicho: «Vamos a ver si nos cuenta algo Pablo».
    Un fuerte abrazo.

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  2. Lídia Castro Navàs

    Me encanta tal y como este hombre explica las cosas, oye! Como son y como suenan. Muy buenas ilustraciones, como siempre. La de las ratillas con cara de pena, son muy convincentes, hasta me a mí que no las puedo ni ver, me han convencido!! jajaja
    Y el tonto de los piropos, ¿qué decir? que de esos aún hay unos cuantos y son muy , pero que muy tontos, así que coincido en el calificativo.
    Un abrazo 🙂

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  3. Estrella RF

    Elementos como ése abundaban en aquellos años de posguerra. Denunciando a los rojos para ganarse los favores de los mandos, pero a ese se le estuvo bien ir de listo y sin embargo meter la pata hasta el fondo… Al final a toda esa gente se le veía el plumero.
    Y Pablo, ¡qué buen analista es!
    Un abrazo.

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  4. evacobogonzalez

    Pablo debería haberse dedicado a cronista…tiene las tres «ges»: gracia, genio y generosidad. Sin ellas, las historias no serían las mismas… Pero tampoco sin ella, y osea, tu, Note. Que estás ahí como el editor jefe y al mismo tiempo, la cronista gráfica. Menudo equipo hacéis!👏👏👏👏👏👏

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  5. lunapaniagua

    Uau, en este relato hay mucho concentrado. Ese «si hubiera sío alguna otra pobre, se había tenío que callar…así era entonces…» telita, que un hombro de su época se fije en algo así dice mucho de él.
    El tonto de los piropos buena pieza…
    Oye, que se me ha cruzado el cable y estoy haciendo un curso online de ilustración. Estoy dándole vueltas a la primera práctica porque he visto las de los demás y qué chulas. Y yo como que no sé dibujar. En fin, menos mal que no gasto mucho en vergüenza.
    Abrazotes 🙂

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    1. noteclavesilustracion Autor

      Sí, a mi también me parece que Pablo es muy especial y hace unas reflexiones, a veces, sorprendentes😊😊.
      Y que te animo mucho a esa práctica dibujil, Luna. Creo que te va a ir muy bien, ya he notado que persigues «ilustrar» tus relatos y cuando pones fotos son muy «atentas al texto»…y eso que dices que no gastas, pues creo que la creación tiene mucho de atrevimiento, yo no tengo tampoco (vergüenza) dibujo y escribo porque me da la gana😜
      Te abrazo y aguardo ver pronto tus primeros trazos🤗

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      1. lunapaniagua

        Ja, ja, según lo he escrito he pensado que a quién quiero engañar, si voy a enseñar super orgullosa mis garabatos.
        Por cierto, ayer vi en instagram tu vídeo y las referencias a Julia Otxoa 🙂 Qué bien que te gustara (ya me lo habías comentado pero no pude evitar sentirme un poquito importante por habértela descubierto)

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  6. Magdalena

    Había uno en mi pueblo que era tan feo que parecía que en lugar de traerlo la cigüeña parecía que lo trajera un murciélago y encima tenía menos fondo que una lata de anchoas. Para más «inri» también era «piropero». Un día como otros tantos le dijo a una chica que pasaba por delante de una terraza, : » ¡¡Estás para disolver una manifestación !!». La chica ni corta ni perezosa se dio la vuelta y le dijo: ¡»Anda ya, que fuiste a un concurso de feos y te dijeron que no se admitían profesionales!.
    Aquélla temporada no se hablaba de otra coas en bares, tertulias etc.etc…
    Pero, no escarmentó. Te dejo alguna anécdota más para otro día.
    Te envío un «me gusta» para tu texto e ilustraciones, y que «Félix» te lleve con su viento todos los besiños palmeiráns que te envío.

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  7. inspectordisaster

    ¡Buenos ojos te lean, note, que ya se te echaba de menos!! Las guerras y las posguerras sacan a la superficie lo peor de la persona (y también lo mejor, por suerte). Lo llamativo es el gran número de hombres que han caído en desgracia no por miserables ni por retorcidos ni por chivatos ni por ratas —de hecho, no parece haberles ido nada mal con ello— sino por un requiebro tonto dicho a la jovencita indebida… Me encanta este cuento de piropos, ratas y entierro solitario y esa capacidad de Pablo de saltar de aquí a allí para terminar cerrando el círculo de la historia a la perfección. Por cierto, con esa carita tan preciosa, no me importaría tener una rata por animal de compañía…

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    1. noteclavesilustracion Autor

      Ya sé que estás súper liada de trabajo y me encanta que lo abandones un momentito para venir aquí a echarnos reflexiones tan buenas y piropos😂😂
      Ya se lo he dicho a Úrsula, que me han salido unas ratitas monas y cuquis, pero no hay que fiarse, les das cobijo y te «roen» el alma…
      yyyyy…(hablando de echar de menos) yo te persigo a ti por los «jazminesenelpeloyrosasenlacara🎶🎶que vas derramando lisura por los blogs que pasas y
      es una maravilla saberte
      merodeando
      por aquí (*gracias)☺️😙

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      1. inspectordisaster

        Uy, qué dices, si siempre estoy merodeando… (de hecho, leo tus entradas en cuanto las publicas, esté liada o no). En lo que me retraso es en poner un comentario (para eso sí que tengo que buscar un huequito), pero es que me fastidia ponerte un «like» sin más… es como que me da la impresión de que no te llegan (bueno, os llegan) mis achuchones.

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  8. whatgoesaround

    Me sumo a todos los comentarios y elogios. La historia es muy buena e interesante, y sin duda con una gran moraleja. Con las ratas no puedo, ni las del género animal ni las del humano. La otra noche había una husmeando en los containers de la calle. Qué asco, me ponen enfermo. Bye.

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      1. whatgoesaround

        Joder, he tenido que buscarlo… Hace siglos que vi la película y no lo recuerdo, francamente. Muy macabro. Escenas de ese estilo hay unas cuantas en el cine. También aquella jaula de ratas hambrientas en aquel río vietnamita, en «El Cazador», donde les metían. Bueno, no lo diré más, que nunca sabes quién puede estar controlándonos (espero que nadie…).

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  9. Antonio Pavón Leal

    Lo de los piropos era, en muchos casos, una práctica realmente grosera. A ese lo denunciaron. Ahora hacen lo mismo algunas feministas por un simple cumplido o montan un cirio por el gesto amable de cederles el paso. Vaya si ha cambiado el mundo, tío Facundo.

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  10. carlos

    A veces la diosa Fortuna pone mucho de su parte y nos quita complicaciones del camino. El certificado de buena conducta policial y otros informes favorables eran la premisa fundamental para alcanzar un empleo en la administración y empresas afines. Recuerdos a Don Pablo.

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