Retrato de Pablo con amigos

Han venido estos amigos y hemos pasado el día juntos. Son buenas gentes que conocimos, durante un viaje pleno de experiencias «exóticas», cuyo recuerdo, probablemente idealizado y estilizado en el tiempo, nos ha ido mantenido unidos, a más de seiscientos kilómetros entre vidas cotidianas. Pablo se ha sentido a sus anchas, presumiendo a su modo de novias y conocimientos científicos: el vuelo de las rapaces hacia la presa, la transformación del queso en roquefort, ejemplos de la peligrosidad de recibir una sobredosis de vacuna, cómo injertar un frutal en otro para aumentar la variedad de la producción y sobre todo, la importancia de la poda en las parras para que las uvas vengan más dulces, porque para él es importante, ha dicho, que haya dulzura en lo que se come, en lo que se vive y en con quién se vive, bueno, sin llegar al empalago, ¡claro!

24 comentarios en “Retrato de Pablo con amigos

  1. saricarmen

    Pues, ¡debe haberse sentido muy contento y a gusto con sus amigos para aportar tal cantidad de conocimientos! O bien, sólo intentaba impresionar…
    Y esa alusión a la dulzura, ¡tierna y genial! Se me ocurre que de más joven causaba estragos en los corazones femeninos.
    ¡Estupenda ilustración!
    ¡Abrazos!

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  2. Alvaro Salazar

    Una amistad que resiste kilómetros (y años) es una amistad a tener en cuenta, creo yo. También creo que me hubiera gustado estar ahí, escuchando como se puede hacer que la vida sea un poco más dulce, mientras allá fuera rugen los relampagos.
    Un abrazo para ti y otro para el alquimista de la dulzura.

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