Hay un vecino que tiene el capricho de comprarle el huerto y como Pablo «se le hace el distraído», vuelve hacia mí su queja -No sabrás tú de quién es el terreno ese abandonado…Porque como Pablo no me quiere vender el suyo…pero dile que yo tengo preferencia por proximidad, en el caso de que alguna vez quisiera…
Le cuento a Pablo la oferta, y le digo que a lo mejor hay un tesoro escondido en este huerto, dada la insistencia con que ese hombre intenta conseguirlo.
– Un tesoro – menea la cabeza- Eso contó un padre, ya muy viejo, viendo que sus hijos no eran aficionaos a doblar el espinazo. – Escondío en el huerto tengo un tesoro, pero no me acuerdo dónde sastamente… Y los hijos, se pusieron a cavar la tierra mano a mano, con mucha devoción. Cuando el uno veía llegar al otro a casa, ya cansao y con las manos vacías, el otro se echaba su azadón a la espalda y se iba a ver si se lo encontraba… y así se pasaron día y noche sin dar descanso a la herramienta, al encuentro de esa escondía riqueza…
Y pasó, que cuando llegó el tiempo de la recogidaaa… vieron que era buena esa cosecha; las uvas que no cabían en las parras, los melones gordos y sabrosos, las bellotas, los higos, los peros, las olivas… que no daban a basto ¡vamos!, pa recoger de tanto como había…Y dijo el padre: ¡Veleahí!
*Dedicado a mi amigo Alejandro Corrales, que también cuenta este cuento (parecidamente)
Un bello relato nos has traído….
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Gracias Claudia, siempre tienes palabras amables y amistosas para todos. Cuando veo (creo que ya lo he dicho) las entradas de este grupo bloguero, te busco en los comentarios y siempre estás ahí alentadora y me alegras😊😘😘
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Gracias!!!
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¡Pues en verdad era un gran tesoro!
Y sí, Claudia siempre está ahí, acompañándonos y subiéndonos la moral 🙂
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Y tú también Luna, que tienes esa chispa, que ya quisiera la coca cola😉😊😍😘
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Oh -me sonrojo-, gracias 🙂
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Pero qué adorable.
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😊👉🙏👈
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¿Se imaginará Pablo todo lo que nos gustan sus recuerdos y cuánto viajan, gracias a tus entradas? Y tan acertadamente que enlaza los momentos que vive con los cuentos que conserva en su disco duro.
¡Siempre agradecida de tus entradas y dibujos! ¡Me encantan!
¡Un gran abrazo!
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Seguro que sí, no «sastamente» como tú amablemente transmites. A su manera pero, recibe toda esta comprensión, y los abrazos!😊😍😘 Gracias
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Esta vez el sucedido viene con forma de fabula. ¡Veleahí!. Y bien bonita además -como el dibujo que ocupa la lamina en su justa medida (a mí me parece, que de dibujo no entiendo nada)-.
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Tu parecer siempre es bueno y comprensivo😊😘
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Este relato es un tesoro en si.
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Gracias amigo 😊
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¡Magnífico!
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Gracias!!
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Jajajaja, me he reído con el cuento y sobre todo con el «no me acuerdo sastamente».
La ilustración muy bonita.
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Ay Eva que no había visto tu comentario. Muchas gracias por esa risa que ahora me resuena cantarina y por pasar a leer😊
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Inteligente, el padre. Impresionantes, las ilustraciones.
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¡Este Pablo es un auténtico filósofo! Ay, ya me cuesta encontrar palabras para no repetirme diciendo lo mucho que me gusta…
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Eres un cielo!😊😍😘😘😘
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Muy lindo y creo también que las frutas y el paisaje son realmente el tesoro
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