Perico Catapla tuvo el antojo

Perico Catapla tuvo el antojo de medir las varas que tenia el pozo… Ese era un cantar que se quedó en el pueblo. Es que había un pozo de donde sacaban agua las mujeres porque tenían preparao allí un lavadero y este Perico de la copla que vivía solo en una casa de cerca iba a molestarlas, tenía ese capricho ¡el tonto! y que no las dejaba en paz. Hasta que ya una que tenía un nieto que llamaban Tarzán…¡Fíjate! Eran una familia muy humilde que comían míseramente, porque eran muchos hermanos y huérfanos, toos muy enclenques, claro,  menos él que comiendo lo mismo, osea muy poco,  por lo que fuera creció y se hizo muy fuerte, ¡Uuuuy, tú no sabes! La cosa es que su abuela le diría lo que pasaba y allí se presentó Tarzán que agarró de los pies al tal Perico,   le metíó al pozo y allí le tuvo, que dicen que agarrao con una mano sola, y con la cabeza entrando y saliendo del agua hasta aclararle bien las ideas, si es que tenía alguna IMG_20170713_112338.jpg-se ríe-  Y que le metíó tanto sustooo, que de allí en adelante cuando salía de casa se daba la vuelta pa no acercarse ni a ver el pozo…y le sacaron ese cantar.

 

14 comentarios en “Perico Catapla tuvo el antojo

  1. saricarmen

    ¡Muy buena historia y excelente ilustración, además! Lo mismo que la lección dada al molestoso ese, de Perico. ¡Cuán diferente la vida de esos tiempos! Y ahora, sin lavadora ni secadora, la mayoría no puede estar…
    ¡Me has pillado con la palabra: chuchurrío! Espero no se me olvide su significado, aunque la fragilidad de la memoria inmediata se va haciendo evidente…
    ¡Un abrazo!

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