Esta mañana hemos ido al huerto andando y allí se ha quedado dormido en una silla. Ha despertado bruscamente y, como si acabará de llegar ( porque los episodios de sueño los borra de su memoria inmediata) se ha puesto a regar las parras.
-Me tienes que decir qué es lo que tenemos plantado y dónde, porque yo me hago un lío.
Ya en casa, ha comido poco y a regañadientes. Pero después ha vuelto, sigilosamente, a la cocina en busca de su dulce.
Por la tarde, paseando hacia la playa, ha sentido la urgencia de cambiar el vestuario a ropa de verano.
-¿No esperas al “cuarenta de mayo”?
-¡No vamos a hacer caso a éso!…Y ¿no tenía yo unas “andalias”?
-Sí, del año pasado.
-Pues me dices dónde están porque yo no las encuentro
Poco antes de cenar le ha llamado su hermano A…., para darle la noticia: F……., hermano de ambos, que llevaba enfermo ya algún tiempo, murió ayer.
Yo le observaba mientras hablaba, pero no le ha cambiado la cara en ningún momento, es una de las consecuencias de la EP, la rigidez en la expresión facial, sobre todo en momentos de estrés.
– Si me tocaba a mí – dice
“– Si me tocaba a mí – dice” …. No pudo expresar lo que sentía con su rostro…. pero con lo que dijo está diciendo más de lo que pensamos…
Mientras pensaba lo que había leído, me acordé de un poema de Mario Benedetti: “Cuando éramos niños”
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente
una palabra
ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en los cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.
ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
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Muy bueno, Claudia y muy bien traído este Benedetti. Gracias de nuevo por estar ahí siempre atenta, acertada lectora, amable con todos
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Ese “si me tocaba a mí” me ha llegado al alma. Si no me equivoco, tus relatos son fieles a la realidad, siento mucho vuestra pérdida. Un abrazo.
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Gracias Luna. Eres un solete (sol y luna) Venga ese abrazo
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Todo va sucediendo: las tareas en la huerta, la necesidad de cambiar de vestuario, la llamada de A, la muerte de F. “Si me tocaba a mí”. En mi opinión, es un muy buen final para el relato. ¿Una chispa de clarividencia por parte del protagonista?. Me gusta
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Gracias Salazar. Un gran honor tu comentario
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Me sumo, el final ha redondeado a la perfección el relato. Un saludo
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Gracias Eladio. Como esto que escribo lo hago directamente sobre la app del móvil, primero es la verborrea de contar todo y luego ir recortando hasta dejar alrededor de 200 (a veces me paso cuatro o diez) Lo que borro desaparece, aquí no hay tachado que pueda recuperar. Me alegra haber dejado, en este caso, ese final que te ha gustado y recibir el premio de tu crítica. Saludo yo también
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No, no. Dile que no le toca, que no se vaya todavía. Que eso no va por orden de nacidos.
Ay, las “andalias” y el hacerse un lío por lo plantado… Pero, mira, cómo se vistió de verano sin hacer caso de no quitarse el sayo.
La ilustración en monocromo de grises la clavaste. (También me gustó mucho la factura de la anterior, así como difuminada, un poco Zóbel, ¿sabes? No te lo dije porque yo, como Pablo, también me hago un lío con lo que me gusta y comparto o pierdo por ahí.
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“En Roma, conversé con filósofos que sintieron que dilatar la vida de los hombres era dilatar su agonía y multiplicar el número de sus muertes” J.L.Borges
Gracias Laura, por todos tus interiores, los que compartes y los que pierdes por ahí
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Dilatar a lo tonto no es caso, es verdad. Gracias a ti por esos partes diarios que tanto no gustan.
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¡Qué bien captas lo esencial e importante con estos testimonios de los momentos que vives junto a Pablo! Y de cómo los años y las enfermedades nos van volviendo indefensos hasta con las acciones más rutinarias y elementales. ¿Cuántos habrá que no tienen la suerte de sobrellevar sus males, acompañados?
¡Un gran abrazo!
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¡Es lo que hay! Se dice por aquí. Y sí, tenemos suerte de compartirnos unos a otros. Venga ese abrazo!
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Un saludo cordial j re crivello
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Yo te saludo, Juan
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