-Y ya no se ven quintos que vayan a hacer la mili… Debe ser que tienen bastante con los que van voluntarios
-Ahora ya casi no hacen falta soldados para hacer guerra. Tienen armas que arrasan ciudades enteras apretando un botón. ¿A ti te enseñaron a combatir en la mili, a disparar?
-¡Quiá! Alguna vez nos llevarían al campo de tiro…Pero ná, nos tenían pa trabajar gratis…Pa cuidar el ganao de algún brigada que lo tuviera, o de peón albañil o de carga …Yo con tó y con eso no lo pasé mal ¡eeeh!..Procuraba no estar a la vista…ni siquiera dormía la siesta en los camastros… Encontré una bañera en un montón de chatarra en el patio y me escondía allí a dormir debajo.
-¿Debajo de la bañera?
-¡No iba a ser encima, pa que te vieran! La levantaba un poco, que estaba boca abajo y me tapaba con ella
Coloca una mano en el aire, se saca la gorra y la echa por encima ocultando la mano . Luego vuelve a calarse la gorra con la visera hacia atrás, porque está sentado con el sol a la espalda…La parra dibuja una sombra en la pared blanca
¡Qué bendición no perder el sentido del humor! Un placer tu relato!
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No conviene perder el sentido del humor, no vaya a ser que alguien se lo encuentre y se ría…Aunque eso no parece malo, ¡la cosa es que aproveche! (Pablo dixit)
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Jajajajaa muy bueno!!!
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Gran descubrimiento. Por tus relatos creo que tienes una mente retorcida, extraña y maravillosa (como la mía) creo que nos parecemos bastante, hasta diría que somos de la misma zona de España( por tus giros lingüísticos). Te leeré con más profusión. Un saludo.
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Gracias Sorenkie(rkegaard) la mente…No tan retorcida, más bien ladeada como en ese gesto que suelen hacer los perros cuando nos miran (que nos parece que es) para entendernos…Yo también he empezado a leerte:)
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Son divertidas estas entradas… recuerdos de aquellos tiempos. El sentido del humor que nunca falte, hace más llevadera la vida.
Un abrazo.
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