A veces llegamos al huerto y yo me siento a leer algún libro que llevo en la mochila (el de hoy es uno de cuentos de A.Tabucchi «Se está haciendo cada vez más tarde»).
Pablo también se sienta y se queda traspuesto con los ojos cerrados pero guardando un equilibrio perfecto sobre una silla. Cuando entreabre los ojos, bosteza fuerte haciéndome notar que se aburre y si le miro…
-Me estoy acordando ahora… que había una mujer que se daba mucha importancia…Y andaba por su casa, una casa muy buena que tenía porque se había casado con un marido rico, leyendo, ¡así con un libro! – hace el gesto con las manos de sostener uno- Hasta que un día una criada se acercó a ella y le dijo al oído: «¡Señora, que tiene usted el libro boca abajo!» Y la señora va y dice: «El que sabe leer, lo mismo le da al derecho que al revés»
-Y ¿por qué me cuentas eso ahora? ¿Tenía yo el libro al revés?
-Nooo, ¡Es que se me vienen a la cabeza esas historias!
-Y no te queda más remedio que contarlas, para hacer sitio…
-¿No me habrás traído un bocadillo?
Esas ocurrencias son geniales! Hermoso el dibujo de la mujer con el libro al revés…
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Querida Claudia, siempre tienes una palabra amable para todos. Tú ¡Eres una fuente de energía positiva!
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Muchas gracias! En serio, es muy reconfortante leer esto! Me emociona…. 😊
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Es bueno leerte. Encontré tu blog y me ha gustado.
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Qué relato tan emotivo… Precioso.
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