Hoy, de camino al centro de salud, me ha dicho varias veces que la enfermera se llama Concha y que llegó aquí hace ya mucho.
-¿Qué tal estás Pablo?
-Yo muy bien, y tú?
Pues efectivamente le ha encontrado bien, de tensión, de peso, de ánimo. Y él nunca les dice si le duele algo, o si tiene alguna preocupación, no vaya a ser que “no le aprueben el examen”.Escucha muy atento las recomendaciones de la enfermera, que dé paseos que coma equilibradamente y que se distraiga haciendo puzzles o jugando a las cartas, que es muy bueno para ejercitar la memoria… Y a la salida me pregunta
-¿Qué ha dicho Conchita?
-Que hagas puzzles, que es muy bueno para distraerse
-No sé ni lo que es eso…
-Rompecabezas! Eso que son piezas que tienes que ir juntando…
-¡Bastante rota tengo yo la cabeza! -sabe que me ha hecho gracia y se le iluminan los ojillos- …Si sé lo que es, si eso se lo compraba yo a el irregular de pequeño…Lo que tiene e que es mucho lío para mi. Si yo estoy bien, si yo me distraigo pensando en cuando de cualquier cosa hacíamos baile y música…En ese tiempo!