-…Se apostaron el sol y el viento, a ver quién le quitaba antes a un viajante la manta..
-¿A un viajante?
-¡Claro! A un hombre que iba de camino…La cosa es que el sol se metió tras una nube y el viento empezó a soplar…y cuánto más soplaba, el hombre más se agarraba a su manta. Se echó para guarecerse de la ventisca entre unas piedras que había en la cuneta…pero la manta no hubo forma de despegársela. Así que salió el sol y empezó a apretar y el hombre a sudar y a sudar, hasta que tiró la manta…
-Ganó el sol
¡Claro, es un cuento!. Si a mi todas esas cosas me las contaba mi bisabuelo
-Parece que le estás viendo
-No; me estaba acordando de una ventisca que me pilló a mí por el camino,y lo mal que lo pasé, agarrao al cuello de la mula, para que no me arrastrara el viento…hasta que llegué a casa…Y mi padre, ¡tan tranquilo! En la cama, ni siquiera salió a mi encuentro-Suspira hondo- …Menos mal que llevaba el carro cargao de vino, que si no habíamos salío volando, el carro, la mula y yo, que no tendría más de doce años…